Por nuestra parte, en un primer momento, intentamos ajustar esta subida de costes a los precios y al producto, y asumirlos nosotros; sin embargo, está claro que esto es insostenible y, tarde o temprano, repercutirá en el precio final pagado por el consumidor. Nuestra misión es encontrar una vía para que esto no afecte a la demanda. Por ello, siempre analizamos los costes e intentamos hacer las cosas lo más eficientemente posible.
Pero lo que tenemos claro es que, sin duda, las subidas de materias primas como la energía, materiales… generan desequilibrios comerciales que, si se unen a las situaciones políticas, dan lugar a escenarios de incertidumbre.
Precisamente por ello, hoy en día, lo que pedimos las empresas es una cierta tranquilidad, tanto económica como política, para poder acometer todos nuestros proyectos en un futuro.
Desde Grupo El Ciruelo afrontamos una gran variedad de iniciativas para estar a la vanguardia del sector hortofrutícola, entre las que destacamos nuestro proyecto en Brasil, que consiste en seguir con una reestructuración varietal para que podamos llegar a nuestros consumidores con las mismas variedades durante todo el año; la construcción de una nueva central frigorífica que nos permita tener una mayor disponibilidad de nuestras cosechas; y añadiría, además, nuestro proyecto de digitalización, que nos ayudará a reducir costes y mejorar nuestra eficiencia, tanto en España como en Brasil.
En cuanto a los fondos Next Generation, está claro que las expectativas son buenas. El problema es la accesibilidad a estos fondos, pues aún en las fechas en las que estamos, no queda suficientemente claro cómo las empresas podemos acceder a ellos para apostar por proyectos que generen valor a la economía.
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