En la actual situación, y debido a las numerosas pérdidas que están sufriendo las personas productoras que abastecen o venden en mercados no sedentarios por el cese de actividad de los mismos, se precisa un replanteamiento como el que propone La Unió para retomar la actividad de estos mercados, y más teniendo en cuenta que buena parte de la venta corresponde a productos de la máxima proximidad. Sólo los productores de hortalizas que venden en o para estos mercados ya han sufrido pérdidas cercanas a los 10 millones de euros y también tienen importantes pérdidas aquellos ganaderos que elaboran sus quesos o derivados lácteos como yogures y vendían en o para esos mercados. Además, añaden, que estos productores no pueden acogerse a las medidas de compensación establecidas por el Gobierno por cese de actividad porque tienen que continuar manteniendo el cultivo o los animales.
Cabe señalar que los mercados no sedentarios concentran habitualmente diferentes tipos de venta, pero mayoritariamente la relacionada con alimentación y, por tanto, se pueden considerar exceptuados de la obligación de cierre indicada por el Gobierno en su día con respecto a esta actividad comercial concreta.
Desde La Unió de Llauradors exponen: “No tiene lógica la actitud de la Delegación del Gobierno de prohibir los mercados no sedentarios sin más y dejar que los supermercados y grandes superficies sí puedan abrir sin ningún tipo de problemas.” Han reclamado entonces a la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana que permita la celebración de los mercados no sedentarios de proximidad que se realizaban en muchas de las localidades para que pequeños productores agrarios que venden directamente o revenden sus producciones no se queden sin nada, pese a ser actividad esencial y poder trabajar.
Por tanto, mientras se mantengan vigentes las medidas de distanciamiento social establecidas por el Real Decreto 463/2020, desde LA UNIÓ se solicita a la Delegación del Gobierno el desarrollo de estos mercados no sedentarios siempre y cuando cumplan con los requisitos:
– Venta exclusivamente de productos de alimentación, bebidas, alimentación animal y productos higiénicos.
– Distancias entre las paradas de 2,5 metros con las colindantes y de 6 metros con las de enfrente.
– Prohibición de tocar los productos si no se realiza con guantes desechables facilitados por la persona vendedora.
– Las personas compradoras deben mantener entre ellas una distancia de 2 metros y en la primera línea de la parada únicamente puede haber una persona.
– Los accesos a los mercados de venta no sedentaria deben estar regulados (con un acceso y una salida) para evitar que existan más de 1.000 personas, tal y como establece la normativa, y únicamente puedan acceder hasta 1/3 del aforo de la zona del mercadillo.
– Las personas vendedoras deberán adoptar las medidas preventivas que en todo momento establezcan las autoridades sanitarias.
La Unió de LLauradors junto a cerca de 600 organizaciones y colectivos de todo el Estado ya remitió una carta al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre este tema, pero ante la falta de medidas concretas registraron el pasado 8 de abril una nueva carta a los Ministerios de Sanidad y de Consumo, donde solicitan formalmente que se “dicten las instrucciones pertinentes a las comunidades autónomas y ayuntamientos para que se busquen soluciones para los mercados no sedentarios de proximidad”.
En definitiva, esta asociación empresarial reivindica la reapertura de los mercados no sedentarios al tener características muy similares a los supermercados convencionales, para que pequeños productores agrarios puedan hacerle frente a la crisis. Asimismo, reconoce que se debe restringir la actividad de venta a la alimentación, bebidas y productos y bienes de primera necesidad y que es evidente que la apertura de los mercados de venta no sedentaria debe estar condicionada al cumplimiento de las medidas de control para evitar la aglomeración de ciudadanos.