El anteproyecto de Ley para reformar el IVIA persiste en el error de excluir de sus órganos de gobierno al CGC, cuyos asociados tienen una gran producción propia y canalizan casi el 70% de las exportaciones, lo que alejará la inversión privada del centro
La Comisión Europea (CE) ha designado recientemente los cinco centros o consorcios que ejercerán como laboratorios de referencia europeos (EURL) en materia de sanidad vegetal. Estas entidades serán responsables de realizar los análisis para confirmar posibles positivos por plagas y enfermedades a partir de las muestras tomadas en los puertos a las importaciones hortofrutícolas de países terceros o de controles fitosanitarios en el campo. Pues bien, pese a la evidente importancia estratégica de tales designaciones, el Ministerio de Agricultura no ha presentado candidaturas en favor de ningún centro español. Así, la mayor parte de EURL han quedado en manos de centros de Estados miembro no productores sino, más bien, grandes importadores hortofrutícolas.
Así ha ocurrido con Holanda, que será ahora responsable de fijar los métodos analíticos y de confirmar a escala comunitaria los posi-bles casos que pudieran darse en patógenos tan graves como la Xylella, el Huanglongming (HLB) o el Citrus canker. A juicio del presidente del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Manuel Arrufat, la “pasividad demostrada” por las autoridades españolas a la hora de postular a entidades como el IVIA –que es el centro nacional de referencia en bacteriosis como las citadas- “evidencia la irrelevancia de España en materia de sanidad vegetal”.
En este mismo terreno, el CGC ha conocido en las últimas fechas el anteproyecto de Ley para reformar el IVIA (regulado por una norma de 1991), en el que la Consejería de Agricultura valenciana viene trabajando desde hace años y cuya aprobación ha quedado pendiente para esta próxima legislatura. A juicio del citado comité, el texto repite muchos de los errores del anterior texto, de 2015, que tampoco llegó a aprobarse. En primera instancia, la asociación lamenta que, tras haberlo exigido con insistencia, se le deje de nuevo fuera de su comité ejecutivo. Tampoco se menciona al CGC como miembro del nuevo Consejo Asesor Agroalimentario, un órgano de consulta en el que participarán diversos actores relacionados con el sector “agroalimentario” –ya no agrario, nótese-. En él, sí se mencionan a colegios profesionales, asociaciones agrarias y sindicatos de clase, cooperativas, centro tecnológico Ainia, universida-des valencianas, industrias alimentarias, distribución alimentaria, consumidores, DO’s, una organización de protección del medio ambiente y el Comité de Agricultura Ecológica.