Tres días de huelga en plena campaña de recolección de la fruta en Extremadura, tras cinco días alcanzando los 40° de temperatura y con poco más del 20% de la producción recogida ya. El campo inicia este jueves la primera de las tres jornadas de paro convocadas por los sindicatos para protestar por el bloqueo en la negociación del convenio colectivo y por las condiciones que la patronal trata de llevar adelante para el próximo marco laboral.
Según publica www.elperiodicoextremadura.com, los sindicatos llevan días alertando del retroceso en las condiciones que tratan de imponer los empresarios y que acabaron desembocando en la convocatoria de huelga; y los trabajadores reconocen que sus salarios apenas han cambiado en más de una década a pesar de que el sector no ha parado de crecer. Aun así, entre la mano de obra del campo hay quienes secundarán sin dudas la huelga, quienes dudan y quienes acudirán a sus puestos de trabajo, ya sea porque discrepen de la protesta o por el efecto que la movilización de estos días pueda tener sobre sus empleos.
Piquetes informativos
«Este jueves vamos a informar a los trabajadores que acudan a los centros de producción de las principales zonas de frutales las condiciones que quieren imponer los empresarios, tal y como hemos estado haciendo estos días», dice también Ricardo Salaya, secretario general de UGT-FICA. Los dos sindicatos tienen previsto acudir la entrada de los centros de trabajo en las empresas de las zonas de las Vegas del Guadiana, Mérida y Badajoz, donde se concentra la producción de fruta de hueso que está ahora en plena campaña de recolección.
La convocatoria de huelga llega en el momento en el que más daño puede hacer al sector de la fruta, en un año en el que las perspectivas son especialmente buenas en Extremadura, porque las condiciones han sido más favorables que en otras zonas productoras. Según las estimaciones de Afruex, alrededor del 80% de la producción aún está en el árbol y las altas temperaturas de la ola de calor ha acelerado su maduración.
La huelga es el siguiente capítulo de una negociación que acumula más de tres años de encontronazos para renovar un convenio que dejó de existir cuando hace año y medio un juez anuló el acuerdo alcanzado por las dos partes. La evolución de los tres próximos días pueden determinar los siguientes pasos.