Descenso de la producción
El cambio climático ha vuelto a hacer mella en la campaña de brócoli, reduciendo la oferta. De hecho, a inicios de campaña se ha registrado hasta un 40% menos de volumen, interrumpiendo el suministro a la gran distribución en algunos productos como el brócoli, la coliflor, la col, la alcachofa e incluso la lechuga. “Las cámaras de algunos supermercados nacionales ya están vacías, a las 4 y media de la tarde no quedan determinadas brásicas”, declara Juan Marín, director general de Campo de Lorca/Cricket y presidente de la sectorial de brócoli y coliflor de Proexport, a primeros de noviembre. Una situación que ha provocado mucha tensión en la cadena de valor a inicios de la campaña, que se ha debido a la importante reducción de la oferta, provocada por diversos factores, pero, básicamente, por el cambio climático. La sequía y los episodios de altas temperaturas no solo han reducido la superficie y los rendimientos del cultivo, sino que también ha retrasado la siembra para evitar el calor y adelantado el final de la campaña europea, provocando una horquilla sin apenas producto en el mercado.
El cultivo de brócoli ya no se limita a la Región de Murcia, sino que se ha extendido a Andalucía, La Mancha, Extremadura y el norte de España
Desplazamiento del cultivo
Cuando antes los productores de brásicas tenían problemas por exceso de humedad durante el desarrollo del cultivo en invierno como es la botrytis, ahora los tienen debido a la sequía. De hecho, la alternativa más inmediata ha sido deslocalizar sus cultivos yéndose a otras zonas de producción. Así, hay un desplazamiento de agricultores a zonas más favorables climáticamente y con mejor acceso al agua. De esta forma, el cultivo de brócoli ya no se limita a la Región de Murcia, sino que se ha extendido a lugares como Andalucía, Castilla La Mancha con las zonas limítrofes a la provincia de Albacete, Extremadura y el norte de España. Los productores están planificando la producción en función de la altitud, adaptando sus estrategias a las condiciones locales. También hay una búsqueda de productores en otros países como Polonia para producir en verano y poder lograr, en conjunto, un suministro continuo, que es la dificultad que se está viendo actualmente.
Desarrollo genético
En respuesta a estas dificultades climáticas, las casas de semillas trabajan para desarrollar variedades más rústicas, con menores necesidades de recursos y mejor adaptadas a las inclemencias climáticas, y con mayor nivel de resistencias, principalmente. Además, la productividad y la adaptabilidad a la recolección mecánica con tallos más elevados y cabezas más uniformes se marcan también como objetivos. Partiendo de esta base, presentan materiales aptos para la actual situación, dándole especial protagonismo al producto para industria que cuenta con cada vez mayor demanda.
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