El Brexit y la seguridad, nuevos riesgos para el plátano
El sector del plátano comunitario se muestra preocupado por el desvío de fondos europeos por el Brexit y por la necesidad de reforzar la seguridad dentro de la Unión.
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El presidente de la Asociación de Productores Europeos de Plátano y Banana (APEB), Gérad Bally, ha mostrado su preocupación porque se produzca una «reorientación» de los fondos europeos que se dedican a la agricultura, pesca y cohesión a causa del «Brexit» y de la prioridad por la seguridad.
Así lo han apuntado en un comunicado fuentes de la Asociación de de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan), tras la reunión de su Comité Ejecutivo en la que ha participado Bally.
Esta organización canaria ha avanzado que APEB va a trabajar para «evitar daños irreparables al sector» tras el acuerdo comunitario con países terceros productores de banano como Ecuador y en un momento que Bally ha calificado como «el periodo de mayor incertidumbre que jamás hayamos tenido» en la UE.
A juicio de Asprocan, el Brexit y la seguridad se han convertido en los «nuevos riesgos», que se suman a los «tradicionales» del sector como la «revisión del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (Posei)».
Han avanzado que este mes prepararán sus propuestas ante la reunión del grupo de trabajo de vigilancia de precios prevista entre los productores comunitarios y las direcciones generales de la Comisión Europea de Agricultura, Comercio, Cohesión y de Fiscalidad y Unión Aduanera.
Asprocan anunció el pasado día 8 a través de otro comunicado que el reto de los productores de plátano canario para este ejercicio pasa por «mantener los niveles de rentabilidad mínima» y por repetir de nuevo las cifras récord de producción que registraron en 2016 (433,67 millones de kg).
Esta asociación aseguraba que una de sus mayores preocupaciones era el «crecimiento artificial» del precio de venta al público en las tiendas y cadenas de distribución, que «no se corresponde con la evolución de los precios de venta en origen y pone en riesgo la sostenibilidad comercial de la producción canaria».