Producir fruta cada vez más temprana tiene sus ventajas. Una de ellas es que la cotización es por lo general más elevada, algo que interesa considerablemente al agricultor. Sucede con casi todos los productos hortofrutícolas. Los primeros de cada temporada tienen una mayor cotización en el mercado que el resto. Se ha visto estos días atrás con el aguacate, por ejemplo, por el que se ha llegado a pagar más de 3 euros el kilo en el campo.
Por este motivo, productores de fresas en la localidad de Algarrobo como Benjamín Navarta se marcaron el objetivo ya hace un año de poder cosechar fruta en noviembre en lugar de a partir de la segunda quincena de diciembre, como venía siendo habitual en esta localidad, pionera en el cultivo de fresones en Andalucía a finales de la década de los 60 de la mano de la entonces finca experimental La Mayora, del CSIC.
Aunque el cultivo lo capitanea hoy en día Huelva, todavía existen agricultores malagueños, sobre todo en la Axarquía, que siguen produciendo fresas al aire libre y en menos medida también en invernadero. Se trata en su mayoría de cultivos minifundistas familiares que mayoritariamente se comercializan en los mercados de proximidad ante la buena acogida que tiene entre los consumidores locales, que buscan este tipo de fruta por tener un mejor sabor.
Navarta es de los que ha apostado por la producción en invernadero y además mediante un sistema pionero en la comarca como es el NGS, un método patentado de cultivo «hidropónico recirculante sin sustrato» especialmente indicado para producciones hortícolas de pequeño o de gran porte.
Este sistema le ha permitido adelantar la cosecha respecto a las que se cultivan en el exterior casi un mes y medio, y ello después de haber adelantado la plantación también a septiembre.
En apenas 40 días, Navarta ha podido empezar a cosechar fresas, y ello en un momento en el que en Málaga no hay aún producción. El grueso de la fresa de Algarrobo se cosecha generalmente entre los meses de febrero y junio.
Según este agricultor, adelantar la producción le ha sido posible gracias a que se trata de un cultivo en invernadero, toda vez que al aire libre la cosecha se retrasa en el mejor de los casos a partir de la segunda quincena de diciembre.
«Nosotros hemos podido empezar a recolectar el 8 de noviembre, lo que es del todo impensable si no se realiza en invernadero», explica Navarta, que podrá seguir recolectando fresas hasta junio de 2020.
Este agricultor malagueño se ha volcado por las variedades Dream, propia del norte de Europa y que se caracteriza por su gran dulzor y textura, y Sabrina, que se cosecha a parir de mediados de diciembre y que es también una de las más cultivadas en Huelva.
Precios altos
Para Navarta, la iniciativa le ha valido bastante la pena, toda vez que ha estado vendiendo las fresas en noviembre a seis euros el kilo, haciendo así mucho más rentable el cultivo.
Según este agricultor, el sistema NGS-New Growing System, es un sistema hidropónico «puro», respetuoso con el medio ambiente y no contaminante, ya que no produce vertidos de abono al suelo. La hidroponía o agricultura hidropónica es un método utilizado para cultivar plantas, tanto en interior como exterior, que no usa tierra, toda vez que se realiza en bolsas independientes de fibra de coco, perlita o lana de roca, entre otros.
Fuente: Diario Sur