En concreto, la exportación de frutas y hortalizas frescas ha disminuido un 7,98% en términos de volumen durante el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior. Este retroceso ha llevado el volumen total exportado a 6,2 millones de toneladas. Sin embargo, el valor de estas exportaciones ha experimentado un aumento del 7%, alcanzando la cifra de 9.889 millones de euros. Aunque el efecto inflacionario puede explicar parte de este aumento en valor, el contraste con la caída en volumen es llamativo.
Paralelamente, el sector ha sido testigo de un crecimiento en las importaciones de frutas y hortalizas frescas durante el mismo período. El volumen importado ascendió a 2,1 millones de toneladas, representando un aumento del 14% en comparación con el año anterior. En términos de valor, estas importaciones alcanzaron los 2.351 millones de euros, un crecimiento notable del 23.78%. Este aumento en la importación añade una nueva capa de complejidad al panorama del sector.
Este retroceso en la exportación y el crecimiento de la importación han generado preocupación entre los actores del sector agrícola. Según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX), existen múltiples factores que han contribuido a esta situación. La pérdida de competitividad debido al aumento de los costes, la falta de medidas efectivas para protegerse contra fenómenos meteorológicos adversos y la creciente competencia extranjera en los mercados nacional y comunitario son algunas de las razones detrás de esta tendencia preocupante.