La cadena seguirá funcionando al haber llegado esta noche del martes a un acuerdo con sus acreedores para refinanciar la deuda. En los próximos cuatro años podrá disponer de 880 millones de liquidez. El principal accionista de la firma, un empresario de origen ruso Mikhail Fridman, ha inyectado en la compaña 500 millones de euros de disponibilidad inmediata.
Se trata de un acuerdo a largo plazo con sus acreedores para refinanciar su deuda, lo que garantiza el acceso a 771 millones de euros de liquidez y la opción a otros 100 millones de euros adicionales, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la enseña ha precisado que este dinero podrá ser utilizado a lo largo de los próximos cuatro años para asegurar la continuación del negocio y su reposicionamiento para ser competitivo a largo plazo. Además, el principal accionista de la firma, LetterOne, ha inyectado en la compañía 500 millones de euros de disponibilidad inmediata.
La cadena de supermercados ha acordado con los bancos acreedores una inyección adicional de 271 millones de euros, que serán utilizados según las necesidades del negocio.