La Unió Llauradora advierte de que ya se están produciendo los primeros robos en campo de la cosecha de sandías en la Comunidad Valenciana, cuando todavía ni siquiera se ha generalizado la campaña de recolección.
Estos primeros hurtos se han detectado en la comarca de la Ribera Alta. A Bernat Monzó, un joven agricultor de Carlet, le han robado casi 2.500 kilogramos de sandías en un campo que posee en el término municipal de Guadassuar incluso antes de iniciar la campaña de recogida de esta hortaliza.
Monzó muestra su frustración por el robo y considera que es fruto de profesionales. “Antes de empezar con la campaña me encuentro ya con que me quitan casi 2.5000 kilos de sandías y además se nota que es obra de auténticos profesionales que sabían lo que hacían, pues iban preparados con cajones, las han cortado bien y además se han llevado las variedades más gordas y que mejor precio tienen en el mercado”, señala.
El recorte de efectivos de vigilancia, tanto de fuerzas de seguridad como la Guardia Civil, del Seprona o de las guarderías rurales o policías locales, provocan mayores facilidades para cometer estos actos delictivos y que queden también impunes. En este sentido, LA UNIÓ solicita mayor vigilancia en las zonas rurales y una efectiva coordinación entre las diversas fuerzas de seguridad del Estado, del Seprona y de las policías locales para evitar que se cometan más robos.
Insiste por tanto la organización en la necesidad de incrementar los presupuestos destinados a la seguridad en el ámbito rural, con las mismas obligaciones que los habitantes de las zonas urbanas, pero también con los mismos derechos. Así, LA UNIÓ propone reforzar los medios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, particularmente los equipos ROCA, para aumentar la seguridad en el medio rural y combatir los robos en las explotaciones agrarias.
También insta a perseguir el comercio de mercancía robada porque “está claro que si alguien roba es porque alguien se lo compra como es el caso de estos 2.500 kilos de sandías. Es importante la vigilancia para intimidar, pero también el cumplimiento de la justicia y la persecución de los canales de comercialización ilícitos. Por ello insta a inspeccionar almacenes o fruterías sospechosas de comercializar con esos productos robados”, señala LA UNIÓ.
Otra de las demandas de LA UNIÓ pasa por facilitar y agilizar la presentación de denuncias por parte de las personas afectadas, pues en muchas ocasiones desisten de interponerlas ante las dificultades que encuentran.