Decálogo para comprender los beneficios de los envases plásticos
Diferentes asociaciones relacionadas con el plástico han colaborado de nuevo en la elaboración de un decálogo para dar a conocer las funciones y garantías de los envases plásticos en la sociedad actual.
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Esta iniciativa supone una ampliación de la campaña #NoCulpesAlPlástico, lanzada el pasado año, en la que se informaba sobre las ventajas y aplicaciones de los plásticos, además de la importancia de una correcta gestión de sus residuos.
En un entorno como el actual, en el que los envases plásticos están cada vez más en cuestión, la iniciativa #DiseñadosParaProteger quiere dar a conocer la funcionalidad y garantía que estos envases nos ofrecen en nuestro día a día. AIMPLAS, ANAIP, ANARPLA, AVEP, CICLOPLAST y PlasticsEurope han publicado un decálogo informativo con el objetivo de dar a conocer todas las ventajas que aportan los envases plásticos.
Con el lema: “Envases plásticos: 10 razones que marcan la diferencia”, el decálogo muestra, de forma gráfica sencilla, algunas claves como la protección y conservación que ofrecen para distintos tipos de alimentos; la información de los productos que conservan, así como la posibilidad de poder verlos a través del envase; su contribución a un transporte más sostenible aligerando el peso de la mercancía, su potencial innovador, y la flexibilidad y prestaciones que nos aportan acordes a nuestro estilo de vida y hábitos de consumo; además el decálogo resalta cómo con un solo gesto se les puede dar una segunda vida, explicando a la sociedad que su colaboración es imprescindible a la hora de hacer un buen uso de los envases
Aportan transparencia y seguridad al consumidor
Los envases plásticos están sometidos a rigurosos controles y verificaciones internacionales y nacionales en lo que respecta a su composición y seguridad para el contacto con alimentos, lo que los convierte en los más regulados y totalmente seguros para los consumidores.
Además, ayudan a prevenir la propagación de plagas y gérmenes entre alimentos a la vez que ofrecen una total transparencia al consumidor sobre lo que está comprando, ofreciendo información clave en relación con la trazabilidad y composición de los distintos productos y alimentos que protegen. Además, en la mayoría de los casos permiten al consumidor ver el producto que va a comprar o ingerir.
Aseguran y hacen más duradero al alimento
Ofrecen también protección a los productos que envasan, por ejemplo, evitan el 100% de las plagas en grano entero, como el arroz. También gracias a estos envases es posible evitar el desperdicio alimentario en un 50%. Un envase plástico puede alargar la conservación de un filete de carne hasta 10 días más y con ello se disminuyen las probabilidades de desperdiciar, tanto la carne como todos los recursos empleados para conseguir ese filete (según datos de la FAO son casi 15.000 litros de agua para un kilo de carne de bovino).
Según este mismo organismo, la pérdida de alimentos en Europa es de tan solo un 3% gracias al uso de soluciones de envasado adecuadas, mientras que, en los países en vías de desarrollo, donde el uso de envases no está generalizado, estas pérdidas pueden alcanzar el 40%.
Su innovación responde a nuestras necesidades
Gracias al potencial innovador de los plásticos, actualmente contamos con envases biodegradables, compostables o de origen bio, envases activos que alargan aún más la vida de los alimentos, o inteligentes que incluso avisan al consumidor del estado de conservación de la comida.
La versatilidad de los plásticos también permite explorar nuevas vías en ecodiseño, lo que proporciona envases más sostenibles, con menos uso de material y de energía en su fabricación, y fácilmente reciclables para poder recuperar todo el valor del material. Además, esta propiedad permite generar nuevos formatos de envases que se adaptan mejor a nuestras necesidades y momentos de consumo, por ejemplo, en la práctica de actividades deportivas o de ocio.
Impulsan la Economía Circular
Los envases de plástico son, de media, cuatro veces más ligeros que los fabricados con otros materiales, lo que permite envasar la misma cantidad de comida o bebida con mucha menos cantidad de material, como en el caso del envase de un yogur que pesa tan solo 5 grs, por ejemplo. Esta ligereza también permite transportar una misma cantidad de alimentos con menos viajes, favoreciendo un transporte más sostenible ya que a menor viajes, menor uso de combustible y mayor ahorro de emisiones de CO2.
Además, gracias al reciclaje de los envases, podemos darles varias vidas ya que podemos recuperar el material para fabricar nuevos productos: otros tipos de envases, ropa, complementos y objetos de decoración entre otros. Por eso, desde la industria de los plásticos se aboga por aprovechar todo su valor, fomentando una gestión adecuada de los residuos de envases a través de una correcta gestión al final de su vida útil y evitando siempre que acaben abandonados en el medio ambiente.
El plástico más allá de los envases
Para fomentar el conocimiento sobre el material, el pasado año la industria de los plásticos ponía en marcha la campaña informativa #NoCulpesAlPlástico, en la que AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico), ANAIP (Asociación Española de Industriales de Plásticos), ANARPLA (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico), AVEP (Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos), CICLOPLAST (entidad que promueve la gestión ecoeficiente de los plásticos) y PlasticsEurope (Asociación Europea de Productores de Materias Primas Plásticas), mostraban a la sociedad con cifras y hechos objetivos, las ventajas de uso de estos materiales, a la vez que contrarrestaban la desinformación en torno a ellos.