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Hortalizas

Decálogo de la sostenibilidad en pimiento

Desde las casas de semillas a los comercializadores, todo el sector tiene el foco puesto en la sostenibilidad real del cultivo, implementando acciones a todos los niveles que minimicen el impacto de su producción en el entorno, garantizando también la sostenibilidad económica.

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sostenibilidad pimiento

La palabra sostenibilidad resuena y ocupa titulares como el de esta información desde hace años, si bien fue en 2015, y a raíz de la publicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, cuando adquirió una nueva dimensión, dejando de aludir solo a cuestiones medioambientales para unir estas a dos aspectos más: el social y el económico. Y bajo ese prisma, son muchas las empresas productoras y comercializadoras de pimiento que trabajan en pos de una producción más sostenible a distintos niveles, partiendo de la selección de sus semillas hasta llegar al lineal.

La sostenibilidad es, actualmente, un must para las compañías del sector, primero por convicción, pero en segundo lugar porque así lo exigen los consumidores. De hecho, según el Estudio Global de Sostenibilidad 2022 de Simon-Kutcher & Partners, dos de cada tres apuntan a la sostenibilidad como uno de los cinco atributos que tienen en cuenta a la hora de elegir cualquier producto. Sin embargo, “desde el año pasado, la disposición a pagar más por ello ha disminuido”, afirma Shikha Jain, autora del estudio. Y es que, si hoy ser sostenibles supone un plus, más pronto que tarde, será una condición sine qua non para, simplemente, mantenerse en el mercado.

Precisamente por ello, las empresas hortofrutícolas iniciaron hace años la carrera por la sostenibilidad, que ahora centran no solo en la producción responsable, sino también en la optimización de todos sus procesos buscando, por un lado, el ahorro de costes, entre ellos el energético, además de la eficiencia y la reducción del desperdicio alimentario. Y todo esto redunda, a su vez, en una mayor sostenibilidad económica. Pero, ¿cuáles son las principales prácticas sostenibles del sector productor de pimiento?

«2 de cada 3 consumidores apuntan a la sostenibilidad como uno de los atributos clave en su decisión de compra»

En el desarrollo de variedades

Las casas de semillas trabajan en distintas líneas:
– Resistencias. El 80% de las variedades que existen en el campo tienen ya resistencia a oídio, si bien el abanico se sigue ampliando pensando tanto en nuevos virus o enfermedades, como resistencias a plagas, e incluso, factores abióticos como el estrés hídrico.
– Formato del pimiento, logrando piezas cada vez más uniformes, ajustando calibres, formas y grosor de las paredes para reducir el desperdicio.
– Postcosecha, alargando la vida útil, de modo que se minimicen las mermas en casa eslabón de la cadena.

En la producción
Desde el sector productor y comercializador se centran en:
– Preservación de la biodiversidad. La implantación generalizada del control biológico en pimiento de invernadero ha dado paso también a la conservación del entorno con el uso, por un lado, de plantas reservorio en el interior de las fincas y, por otro, de setos perimetrales en el exterior.
– Riego eficiente gracias a la digitalización, que permite ajustar la cantidad de agua a las demandas reales de la planta y, con ella, también las dosis de otros insumos.
– Ciclos de cultivo, evitando los trasplantes tempranos, que provocan pérdidas de producción como consecuencia del calor excesivo de los últimos años y, por tanto, mermas difícilmente recuperables, con la consiguiente caída de la rentabilidad de la explotación.

En la comercialización
Las empresas son conscientes de la importancia de optimizar sus procesos para reducir el impacto ambiental, ofreciendo al consumidor un producto de calidad a un precio adecuado. Para ello, apuestan por:
– Eficiencia energética, con la remodelación de plantas de manipulado para aprovechar al máximo la luz natural y con la instalación de placas solares.
– Logística, ampliando su red de centros de recogida para disminuir su huella de carbono y optimizando el flujo de producto en sus instalaciones para luchar contra el desperdicio.
– Packagings sostenibles.
– Propuestas de valor que den una salida comercial a productos que, en fresco, no la tendrían. Este es el caso de I’mperfect, la nueva marca de La Unión para hortalizas con defectos estéticos, o su planta de congelado Long Fresh.

La línea a seguir está clara. Ahora bien, ser sostenibles sin ser rentables no será posible.

EL DECÁLOGO

1. Resistencias.
2. Formato.
3. Postcosecha.
4. Biodiversidad.
5. Riego eficiente.
6. Ciclos de cultivo.
7. Eficiencia energética.
8. Logística.
9. Packaging.
10. Propuestas de valor.

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