La pasada fue una campaña “engañosa” para el sector de los cítricos, según la define Nacho Juárez, director comercial de este producto en la cooperativa de segundo grado Anecoop. Si bien el balance global es positivo, lo cierto es que este se debió a una menor producción que, a su vez, fue absorbida por un mercado en expansión. Pero esto no fue, a priori, más que un espejismo y, de hecho, el sector citrícola nacional afronta actualmente una serie de retos que le van a permitir reforzar su posición en los mercados.
La competencia en el hemisferio norte continúa agudizándose. Egipto produce en las mismas fechas que España, Turquía gana terreno en Oriente Medio y Rusia, y Marruecos, poco a poco, va mejorando su oferta. España, por su parte, juega con la baza de tener en Europa un “mercado semicautivo”, sobre todo en las categorías de preempaquetados y distribución al consumidor en unidad de venta, pero incluso en este tipo de productos comienza a sufrir los ‘envites’ de otros orígenes.
En este contexto, Juárez lo tiene claro y apunta a dos caminos: modificar el calendario productivo nacional apostando por variedades tardías, un “proceso positivo e irreversible”, y trabajar en la diversificación y el aumento del valor de la producción”. En este sentido, Anecoop está en pleno proceso de renovación, investigando y colaborando con sus socios para el desarrollo de nuevos productos que den respuesta a distintos tipos de consumo, como pueden ser el residuo 0, el bio o especialidades como las naranjas pigmentadas. Junto a esto, están trabajando con algunos socios en la renovación varietal de sus fincas y, posteriormente, en planes de comercialización conjunta de estas nuevas variedades.
¿Y China?
El asiático continúa siendo un mercado más que atractivo para los cítricos españoles y China es, cómo no, el ‘reino’ a conquistar. Hoy por hoy, el horizonte es más nítido para España, que ve cómo la política y la burocracia pueden cerrar la puerta a este mercado de los cítricos de California. “Esto va a suponer una oportunidad para las naranjas españolas”, afirma el responsable de Cítricos de Anecoop, quien añade que, para aprovecharla, “España debe trabajar con una disciplina técnica muy férrea porque el chino es un mercado muy exigente”.
Tras el ‘Gigante asiático’, serán otros los mercados potenciales en este continente que los cítricos españoles deben abordar con “prudencia”.