«Cuando las plantaciones de Huelva entren en producción, el precio del aguacate caerá»
La firma que abrió el camino a las frutas tropicales en Huelva, Tropicales Costa de la Luz, empezó hace 30 años con el cultivo del aguacate, aunque hoy está especializada en el mango.
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La fiebre por el cultivo del aguacate que vive Andalucía y, especialmente la provincia onubense, donde se han acometido importantes proyectos de inversión entorno al cultivo de esta fruta tropical en los últimos años, llega tres décadas después de que un ingeniero agrícola decidiera introducirlo en Huelva, rompiendo con la hegemonía del cultivo de la fresa. Este ingeniero agrícola es Julio Lucio Alonso, fundador de la empresa «Tropicales Costa de la Luz», la pionera en apostar por la producción de aguacates en el término de Isla Cristina hace unos 30 años.
«Mi padre siempre ha ido un paso por delante. Se interesó por el cultivo del aguacate gracias a un compañero, que viajaba mucho a Sudamérica y le habló de las bondades de esta fruta, así que se empeñó en cultivarla en Huelva. Él trabajaba por entonces como técnico agrícola en una finca, donde plantó los primeros aguacates y mangos», explica Pilar Lucio, actual gerente y responsable comercial en la empresa familiar Tropicales Costa de la Luz.
Como precursor del cultivo se encontró con un sin fin de problemas en sus inicios, entre otras circunstancias debido al clima, ya que «las temperaturas han evolucionado y ahora son más suaves, pero hace 30 años en Isla Cristina eran comunes las heladas, y eso complicó mucho las tareas agrícolas, aparte de que en el mercado el aguacate era un completo desconocido».
Eso desanimó a la propiedad de la explotación a continuar con los ensayos de los cultivos tropicales, pero no hizo mella en el ánimo de Julio Lucio, que continuó insistiendo y haciendo pruebas ya en su propia finca, aunque más centrado en el cultivo del mango, que se iba adaptando mejor al clima.
Una variedad propia
Hoy día, Tropicales Costa de la Luz está especializada en la producción de mangos, con unas 12 hectáreas de cultivo y una producción que ronda los 80.000 kilos. Cuenta con una variedad propia de mango aclimatada a la provincia onubense, que actualmente está en fase de registro. Se trata de la variedad Luz, caracteriza por tener un menor calibre (unos 400 gramos frente a los 800 gramos o un kilo de la variedad Osteen que se produce en Málaga) y la ausencia total de hebras, con un mayor dulzor, al contener entre 14 y 18 grados brix.
Una fruta que cada vez se demanda más en España, pues «antes más del 80% se exportaba, pero ahora comercializamos fuera el 50% y el otro 50% se queda en el mercado interior», destaca Pilar Lucio.
Aparte, la empresa continúa innovando y apostando por nuevos cultivos. Así, tras haber superado distintas pruebas tiene ya en comercialización guayabas y litchis, con gran demanda en Portugal, y continúan ensayando con frutas como la mano de buda, la lima y el caviar cítrico.
Para esta empresa familiar el futuro continuará vinculado «al cultivo del mango principalmente» y no se dejará contagiar por la fiebre actual del aguacate, ya que «pensamos que cuando el boom de plantaciones de Huelva entren en producción el precio del aguacate, que ahora está alto, caerá. Ya pasó con el caqui y ha pasado también con el arándano». Además, «nos preocupa que si Estados Unidos cierra la puerta a México, principal productor mundial de aguacates, toda la producción vendrá a parar a Europa». Incógnitas que llevan a la empresa a «continuar atentos a la evolución del aguacate pero desde la distancia, al menos por ahora», concluye la gerente, Pilar Lucio.
Fuente: ABC de Sevilla