Consideraciones y reflexiones sobre plagas y enfermedades del mango en México

Francisco Seva Rivadulla. Periodista Agroalimentario

El mango es uno de los principales productos frutales que se producen en México, y tiene una gran relevancia internacional por las exportaciones que se realizan a diferentes mercados como lo son Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, España, Alemania, Suiza, Países Bajos, Reino Unido, Francia y Chile. En México, las principales áreas de producción están en Sinaloa, Guerrero, Nayarit, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Colima, Veracruz y Campeche, y en donde predominan las variedades Ataulfo, Manila, Tommy Atkins, Haden y Kent.

Según explica el Ingeniero Agrónomo, Federico Armando Pérez Mejía, “hablar de plagas y enfermedades del cultivo del mango, es hablar de años de observación e investigación en este cultivo, con lo cual se ha logrado elaborar un listado de organismos que pueden estar presentes en un huerto de mango ocasionando diversos daños a la plantación, ya sea directamente al fruto o a otras partes de la planta que en determinado momento afectan la producción de la fruta o su rendimiento, y con la identificación exacta, realizar las acciones de manejo que den los mejores resultados”.

Además, añade que “para poder asegurar que un organismo, ya sea un insecto, ácaro, microorganismo o maleza, realmente es una plaga de un cultivo, es necesario saber que el daño que está provocando realmente tiene una afectación en la economía del productor, ya sea al reducir el rendimiento, al elevar los costos de producción por realizar medidas de control o porque  nos pueda afectar en la comercialización del producto por restricciones de índole cuarentenario”.

Problemas Fitosanitarios

Nuestro entrevistado también apunta que “los problemas fitosanitarios que se encuentran presentes en el cultivo de mango, se encuentran aquellas que afectan directamente al tronco y a las ramas: (1) muerte descendente o de ramas causada por Botrydiplodia theobromae, (2) cáncer del tronco y ramas causado por Thielaviopsis paradoxa, (3) pudrición del tronco y ramas causado por Corticium salmon, (4) pudrición texana causada por Phymatotrichum omnivorum, (5) declinación del mango causada posiblemente por Rotylenchus reniformis y R. desmangiferae”.

“Entre las que atacan las flores, hojas y frutos están: (1) mancha foliar o antracnosis del fruto causada por Colletotrichum gloeosporioides y C. mangifera, (2) escoba de bruja causada por una combinación del ácaro Aceria mangifera, el hongo Fusarium moniliforme y un virus, (3) mancha café causada por Pestalotia mangiferae, (4) mancha foliar o mancha verde de las hojas causada por Cephaleuros virescens, (5) fumagina causada por Capnodium sp., (6) trips del género Frankliniella, (7) ácaros como Aceria mangifera, (8) cenicilla causada por Oidium mangifera, (9) escama blanca como Aulocaspis tubercularis (= Aulocaspis mangiferae)”, resalta nuestro consutado.

Efectos del cambio climático

Por otra parte, el Ingeniero Federico Armando Pérez Mejía apunta que “es importante considerar que uno de los efectos del cambio climático son los cambios de hábitos alimenticios que tienen algunos organismos, por lo que hay algunos insectos, particularmente, que en determinado momento no se consideran plaga del mango, pero ahora si lo sean, y están causando daños en la producción de fruta, pero para poder determinar que se deba considerar realmente una plaga hay que hacer las investigaciones correspondientes, lo cual ayudará además al establecimiento de medidas de manejo y control de las mismas”.

Además, puntualiza que “es de mención especial las especies moscas de la fruta, principalmente Anastrepha oblicua y A. ludens, que se encuentran afectando directamente al fruto de mango, con lo cual se reduce considerablemente su comercialización, ya que los frutos infestados no tienen la calidad necesaria y la presencia de larvas en el fruto limita la movilización y comercialización de la fruta, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, lo que provoca que los productores implementen acciones de manejo en campo y aplicación de tratamientos cuarentenarios para reducir el riesgo de diseminación de la plaga”.