La sentencia de conformidad, a la que ha tenido acceso Efe, considera a esta persona autor de un delito contra la propiedad industrial, y le impone además una multa de 2.190 euros, a razón de seis euros diarios durante un año.
Se considera probado que el condenado era propietario de un vivero en el que realizó prácticas de reproducción de plantas protegidas sin consentimiento o licencia concedida por el titular de los derechos.
Dichas plantas multiplicadas estaban destinadas a ser comercializadas entre los agricultores para su utilización en plantaciones de fresas, con la finalidad de obtener un beneficio económico.
La citada variedad, cuyo nombre comercial es ‘Candonga’, se encuentra protegida en toda la Unión Europea a favor de la empresa Plantas de Navarra S.A.
Como consecuencia de dichas actividades ilegales se ha ocasionado un perjuicio a la sociedad Planasa, que en la causa ha sido representada por Geslive, por la cantidad de 54.125 euros, a cuya indemnización ha renunciado.
El coste medio para poner una nueva variedad vegetal en el mercado es superior a 2 millones de euros y se tarda de 10 a 12 años en conseguirlo, ha informado Geslive en un comunicado.
