Contexto de Inflación
Conocer en qué contexto económico y social vivimos es fundamental para entender al consumidor de hoy. Por ende, la charla-coloquio comenzó analizando la situación actual. “Salíamos de una situación de pandemia, donde el sector demostró su resiliencia e interés por la alimentación saludable, para entrar en una subida de costes e inflación nunca antes registrada a nivel global”, se apuntó nada más comenzar. Como consecuencia, el consumo en general se ha visto afectado, así como el sector de frutas y hortalizas, aun siendo esencial. Patricia Daimiel, directora de NielsenIQ, detalló al respecto que, a pesar de que algunas hortalizas como la zanahoria han subido su precio un 30%, el consumo se ha mantenido, ya que continúan siendo productos asequibles. Pero en frutas no ha sucedido igual, estas han sufrido una mayor contracción en la demanda, de un 3% en todas, como declara Daimiel, y donde alguna ha registrado una importante caída como ha sucedido en las naranjas. Sin embargo, “otras, a pesar de su elevado precio, no solo no han caído, sino que han doblado su venta en el último año como los frutos rojos”.
“Es importante recuperar el valor que dan los ciudadanos a los alimentos”. José Miguel Herrero
En esta tesitura entra el concepto de consumidor divergente, es decir, aquel que puede comportarse de diferente forma según el momento o necesidad. Así, “el mismo consumidor que elige un producto de bajo precio para el ahorro, no se priva de sus aguacates para el desayuno, es cuestión de prioridades”, explica Patricia Daimiel, directora de NielsenIQ.
Esta misma realidad se da en el canal de la restauración, según explicaron en la charla. A pesar de que, en general, el bolsillo de los consumidores ha reducido su capacidad adquisitiva, sigue saliendo y disfrutando porque se ha revalorizado lo que es esencial en la vida, tras un momento traumático como fue el COVID-19, algo que no sucedió en la crisis de 2008. José Miguel Herrero, director general de Industrias Agroalimentarias, explicó que el canal Horeca también resiste gracias al turismo, como país de servicios que somos.
Como segmento a destacar en este contexto de inflación, Herrero ve una oportunidad en el producto congelado: “creo que va a tener un crecimiento importante en los próximos años porque tienen un precio estable y reduce el desperdicio alimentario”. En cualquier caso, el principal reto del sector es, a nivel global, “recuperar el valor que dan los ciudadanos a los alimentos”, que dan más importancia a otros bienes, argumentó.
Sostenibilidad
La sostenibilidad es otra de las tendencias que se plantearon en el debate en esta difícil situación económica. ¿Seguirá siendo una prioridad? ¿El consumidor está dispuesto a pagarla? La respuesta es sí. “Dentro de unos años todos los productos serán sostenibles”, sostiene Herrero, quien añadió: “La sostenibilidad no es una opción, sino una necesidad”. Al consumidor no le va a quedar otra que asumir el coste, se corroboró en la charla, al igual que al eslabón productor, que dependerá de que utilice los recursos eficientemente teniendo en cuenta que el cambio climático seguirá evolucionando. De momento, la pérdida de poder adquisitivo está afectando, y la compra de un producto sostenible depende del compromiso del consumidor. Así, se afirmó que, hoy por hoy, más que apostar por el bio, el consumidor español demanda un producto de sabor, una experiencia gastronómica y, por tanto, que sea de temporada. En este papel, es importante la promoción de la marca, “cuya compra solo se repetirá si la experiencia es buena”, como apunta Daimiel.
En el coloquio también se hizo alusión a la campaña del Ministerio de “El país más rico del mundo”, donde aún queda mucho trabajo por hacer, teniendo en cuenta que se trata de una marca “origen España muy genérica que costará años implantar en la conciencia del consumidor”, en palabras de José Miguel Herrero.