Comisario Europeo de Agricultura: “Hay poco fundamento para decir que la agricultura sea una moneda de cambio en la política europea”
El Comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, explica a MERCADOS la política de la UE sobre fitosanitarios, por qué no se pueden establecer cláusulas espejo y las medidas que se están adoptando para luchar contra el cambio climático y preservar el suelo.
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Bruselas ha rechazado la propuesta de normativa para reducir el uso de fitosanitarios en la UE. Según los productores, se está priorizando la producción comunitaria y la seguridad alimentaria en la política europea. ¿Qué opina?
Los agricultores se enfrentan a dificultades. El covid perturbó las cadenas de suministro. Después, los costes de la energía y los fertilizantes se dispararon debido principalmente a la guerra de Putin contra Ucrania. Y también están en primera línea las consecuencias del cambio climático.
La adaptación ya no es una opción, es una exigencia. La presidenta Von der Leyen dijo recientemente que la agricultura y la naturaleza van de la mano, no son objetivos opuestos. Los agricultores conocen la naturaleza mejor que nadie y gracias a la PAC ya están haciendo mucho por preservarla. Aplican métodos para fomentar la biodiversidad y almacenar carbono de la atmósfera, mejoran la gestión del suelo, aumentan la resistencia del agua…
¿Cómo podemos dar a nuestros agricultores y a las comunidades rurales en las que viven un futuro mejor, incluido un nivel de vida justo? ¿Cómo podemos apoyar la agricultura y aprovechar mejor las oportunidades de innovación tecnológica para promover el sistema alimentario europeo? Von der Leyen ha puesto en marcha un diálogo estratégico en enero para debatir estas importantes cuestiones.
La sequía y el cambio climático están reduciendo las producciones, lo que provoca un aumento del precio de los alimentos. ¿Qué políticas europeas se deberían establecer para evitarlo?
La seguridad alimentaria es la base de la sociedad y la función primordial de la agricultura.
Necesitamos una seguridad alimentaria duradera. Por eso tenemos que trabajar en soluciones de adaptación para que los agricultores y el resto de la sociedad puedan afrontar el cambio climático y convivir con él. La Comisión busca salvaguardar la seguridad alimentaria y garantizar la disponibilidad y asequibilidad de los fertilizantes para los agricultores.
Los agricultores españoles han demostrado ser increíblemente resistentes frente a tremendos retos, pero necesitan ayuda. Y la Comisión Europea está a su lado. Solo este año, Europa ha proporcionado un apoyo excepcional de más de 500 millones de euros a los agricultores más afectados por las crisis. De esa cantidad, los agricultores españoles recibieron más de 81 millones para afrontar la sequía. Esto se suma a los 6.300 millones que España recibe cada año de la UE para la PAC.
En este contexto, es importante salvaguardar la financiación de la PAC más allá de 2027, con un presupuesto reforzado y adecuado a los retos y tareas a los que se enfrenta la agricultura para seguir promoviendo una agricultura sostenible. No debemos olvidar el papel de la innovación. Por eso hemos dedicado unos 2.700 millones en el marco del Horizonte Europa a apoyar el I+D para la agricultura, la silvicultura y las zonas rurales, casi el doble que el anterior período.
Establecer cláusulas espejo a países terceros sigue siendo una asignatura pendiente. ¿Por qué no se exigen las mismas condiciones?
Los productos agrícolas y alimentarios importados deben cumplir siempre los reglamentos y normas pertinentes de la UE en cuanto a requisitos de seguridad o salud. La UE respeta los derechos de los países no comunitarios a definir las normas de seguridad alimentaria aplicables en su territorio y a decidir su propio nivel de protección y, por tanto, a autorizar los productos que utilizarán en su territorio.
Sin embargo, la UE no autorizará la entrada en su territorio de productos alimenticios que no cumplan los requisitos de seguridad alimentaria de la legislación comunitaria. La Comisión no puede imponer en el territorio de países no comunitarios la misma legislación sobre seguridad alimentaria que se aplica en la UE.
La Comisión comprueba que los productos importados de terceros países cumplen los requisitos de seguridad alimentaria de la UE realizando auditorías en los terceros países exportadores. Además, los Estados miembros realizan controles en los puestos de control fronterizo de conformidad con la legislación de la UE. El programa de auditorías lo deciden anualmente los Estados miembros a propuesta de la Comisión y se publica online.
La negociación de los protocolos comerciales sigue dependiendo de cada país, en lugar de negociar uno entre la UE y el tercer país, como se hace para las importaciones. ¿Por qué?
Las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) de los acuerdos comerciales bilaterales de la UE incluye varios elementos para facilitar el comercio entre los signatarios, como, por ejemplo, disposiciones en las que el tercer país acepta tener en cuenta a la UE como entidad única, dado que todos los Estados miembros aplican una legislación MSF armonizada.
La petición de la UE a sus socios comerciales de que respeten el concepto de entidad única para las exportaciones de la UE se aplica por igual a exportaciones de productos animales y productos vegetales. Sobre los certificados fitosanitarios para las exportaciones hortofrutícolas europeas, la UE utiliza un modelo único de certificado fitosanitario para todos los países.
Sin embargo, la aceptación del concepto de la UE como entidad única en el ámbito sanitario y fitosanitario depende del socio comercial. Resulta difícil si el país importador se niega a negociar certificados sanitarios con la UE y prefiere hacerlo bilateralmente con un solo Estado miembro, lo que dificulta la negociación de un único certificado.
El sector productivo español siempre ha considerado que la agricultura es la moneda de cambio en la política europea con Marruecos. ¿Cree que esto sucede?
La agricultura es uno de los muchos aspectos incluidos en los acuerdos bilaterales con Marruecos. Las relaciones en materia de agricultura se acordaron en 2010 para productos agrícolas, agrícolas transformados, pescado y productos pesqueros. Entró en vigor en 2012 y se ha mantenido sin cambios desde 2010, por lo que hay poco fundamento para hablar de que la agricultura sea una moneda de cambio en la política europea.
Es cierto que algunas exportaciones de Marruecos, en particular, tomates frescos, han aumentado a lo largo de los años, pero siempre respetando las disposiciones bilaterales. Pero también es cierto que la UE se ha beneficiado del acuerdo (por ejemplo, exportaciones de trigo) y, en 2023, la UE registró un superávit en el comercio de bienes agroalimentarios con Marruecos, invirtiendo la tendencia de años anteriores.
La UE apuesta por la agricultura regenerativa, vital para preservar los suelos. ¿Qué importancia tiene para la Comisión?
Sin suelos sanos no se puede garantizar ni la seguridad alimentaria mundial ni una acción eficaz contra el cambio climático. Alrededor del 60% de los suelos de Europa se consideran “insalubres”. Por ello, la hemos activado la Mission Soil, para crear 100 laboratorios vivos donde experimentar sobre el terreno y mostrar buenas prácticas. Mission Soil también apuesta por el I+D y aumenta la participación del público en la protección y restauración del suelo. Desde su lanzamiento en 2021, se han dedicado más de 300 millones de euros a investigación.
La PAC 2023-27 garantiza el cumplimiento de las normas para proteger el suelo y anima a los agricultores a tomar medidas adicionales para mejorar la gestión del suelo. España tiene un objetivo ambicioso para la agricultura ecológica en su Plan Estratégico de la PAC: el 20% de la superficie agrícola será orgánica en 2030, un modelo muy beneficioso para preservar los suelos.
Los productores se quejan de una maraña legislativa que dificulta la comercialización. ¿Cómo se puede agilizar?
Es un objetivo de la PAC y debemos seguir trabajando. Los agricultores todavía enfrentan demasiada burocracia. Tenemos que ponérselo más fácil. No toda la burocracia proviene de la UE. Es un trabajo común que debe abordarse con las autoridades nacionales y regionales.