Retos actuales
Si hay un actor de la cadena sobre el que están repercutiendo directamente buena parte de los problemas actuales que vivimos, son las empresas de la Unidad Alimentaria de Madrid. La pandemia y las consiguientes restricciones de movilidad y comercio que conllevó, huelgas de transporte o aumento tanto de los costes energéticos como de la logística han afectado, “sin embargo, en ningún momento ha habido desabastecimiento, el merca no ha fallado nunca”, comenta Jesús López, gerente de CMR Infinita. López reclama mayor apoyo y resolución institucional a la hora de afrontar el fin de las concesiones de Mercamadrid, fijado para 2032: “Esto está frenando muchas inversiones y mejoras que provocan que nos quedemos atrás respecto a otros mercas”.
Mejora de instalaciones
En cualquier caso, Jesús López es optimista, ya que las inversiones realizadas en sus instalaciones les han permitido ser capaces de ofrecer un servicio de comercialización de primer nivel, tanto en Madrid como en Barcelona: “Estamos muy contentos porque las inversiones realizadas tanto en tecnología de refrigeración como en generación de energía sostenible a través de la instalación de placas solares, y la consecución de nuevas certificaciones de calidad alimentaria nos han ayudado a ser más eficientes y afrontar todas estas situaciones con mayor fortaleza y seguridad para nuestros clientes”.
Defiende el papel de las empresas de Mercamadrid: “El trabajo que hacemos en los mercados centrales es necesario, servimos al mercado millones de kg al año (concretamente, de mayo 2021 a 2022, Mercamadrid comercializó 2.181.395.567 kg de frutas y hortalizas). Productos que constituyen elementos básicos de consumo para la población en su día a día, y base de la famosa y ampliamente alabada dieta mediterránea con todas sus virtudes asociadas”, apunta.
Cambio de horario
Además de resolver la ampliación de las concesiones, Jesús López reclama a la Unidad Alimentaria un viejo debate, el horario. El actual para el mercado de frutas y hortalizas comienza sobre las 3 am hasta las 11-12 pm; sin embargo, mercados como el de Barcelona reajustaron dicho horario con un funcionamiento sin problemas que mejora la conciliación y la productividad. “El horario está anticuado, antes había otras necesidades, pero entramos a unas horas donde nadie más está trabajando y nos vamos cuando hay mucho día por delante para poder seguir vendiendo”, explica López, quien cree que en Madrid van a contracorriente y falta consenso. Hay ejemplos de que el cambio de modelo funciona como Mercabarna, “ellos han sabido evolucionar y reinventarse”.
Respecto a las tendencias, tiene claro que ahora mismo la sostenibilidad es clave. El consumidor es cada vez más exigente y vemos cómo en los maduradores de plátanos aumenta, por ejemplo, la demanda del sello Fairtrade, que CMR INFINITA posee para las bananas que comercializa. También el bio está creciendo, en España a un nivel más lento, aunque en Europa va a otro ritmo. “El consumidor más joven está muy sensibilizado con estos temas y los tiene en cuenta a la hora de realizar sus compras”, concluye.
En este sentido, CMR INFINITA acaba de obtener la certificación IFS Food, reconocida por la Global Food Safety Initiative (GFSI) y centrada en la seguridad y calidad alimentaria de los productos procesados, asegurando la comparabilidad y transparencia a través de toda la cadena de suministro, y que se suma a las otras certificaciones como Ecológico, IGP Plátano de Canarias y Fairtrade; y de CMR GROUP, IFS Logística, IFS Broker, GlobalG.A.P. y GRASP, cuya obtención y posesión en conjunto confirman el buen hacer de CMR GROUP en materia de transparencia y confianza de la gestión de la cadena de suministro, así como la seguridad y calidad de los productos comercializados para garantía de sus clientes.