La tormenta ha causado graves daños sobre cultivos e infraestructuras agrarias en varias comarcas de Castellón y Valencia, especialmente en la Plana Baixa, la Vall d’Albaida y Los Serranos, según una primera estimación de urgencia avanzada por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
El temporal de lluvias torrenciales, granizo y fuertes rachas de viento en la provincia de Castellón provocó siniestros en cosechas de mandarinas, naranjas, caquis y aguacates, con golpes en la fruta que deprecian su valor comercial, defoliación del arbolado e incluso el arranque de plantones jóvenes. El agua también ocasionó destrozos en caminos rurales, muros y otras infraestructuras. Los términos municipales más afectados fueron Burriana, Betxí, Nules y La Vilavella.
El representante de AVA-ASAJA Castellón, José Vicente Guinot, destaca que “después de la intensa tormenta de ayer, hoy hemos visitado nuestros campos y hay menos mal del que pensábamos que pudiera haber. Es evidente que el pedrisco y el viento huracanado, acompañados de agua, han hecho daño en algunas zonas agrícolas, pero en líneas generales, a la espera de la evolución de los cítricos, observamos que el temporal no ha sido tan desastroso como nos habíamos temido. A partir de ahora esperamos que las lluvias den un respiro y dejen secar la tierra para que los cítricos mantengan su sanidad vegetal hasta la recolección”.
En la provincia de Valencia, la Vall d’Albaida fue la comarca más castigada por la tormenta de piedra, la cual alcanzó el tamaño de nueces. Términos como Quatretonda, Llutxent, Benicolet y la Pobla del Duc sufrieron la peor parte. AVA- ASAJA constata pérdidas de hasta el 100% en huertos de caquis, daños de diversa consideración en viña, destrozos en almacenes e infraestructuras, mientras que en el caso de los cítricos aún es pronto para apreciar el alcance real de la afección.
«A partir de ahora esperamos que las lluvias den un respiro y dejen secar la tierra para que los cítricos mantengan su sanidad vegetal hasta la recolección”
En Los Serranos, la piedra también se precipitó con virulencia en el término de Villar del Arzobispo, sobre todo en las parcelas que se sitúan cerca del núcleo urbano. Los cultivos afectados fueron almendras, viñas y olivar.
AVA-ASAJA reclama a las administraciones la reparación de las infraestructuras agrarias afectadas por el temporal, así como la puesta en marcha de medidas fiscales dirigidas a aliviar las pérdidas económicas de los agricultores que han sufrido perjuicios en sus explotaciones.
A excepción de campos anegados y roturas aisladas en infraestructuras, las precipitaciones fueron positivas en el resto de la agricultura valenciana porque contribuyeron a recargar los embalses y acuíferos, limpiar el arbolado, ahorrar riegos y mejorar los pastos.