Las tormentas de pedrisco que descargaron en algunas zonas de la Comunitat Valenciana en las últimas 24 horas han causado daños de diversa consideración en la agricultura, según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), que estima que la superficie total afectada asciende a algo más de 110 hectáreas, de las cuales unas 60 corresponden a la comarca de Utiel-Requena y el resto a la comarca del Valle de Cofrentes. Los cultivos que más han sufrido son el viñedo, el olivar, las cerezas y algunas hortalizas.
El pedrisco de mayor tamaño cayó en determinadas franjas de los términos municipales de Ayora y Zafra «provocando daños de hasta el 50% en las explotaciones de olivar y de más del 80% en las parcelas de cerezo». Los cultivadores de la mencionada fruta lamentan especialmente lo sucedido porque estaban a punto de iniciar la recolección.
También algunos huertos de hortalizas de temporada han registrado daños como consecuencia de una piedra «que llegó a alcanzar el tamaño de una pelota de ping pong y que no estuvo acompaña de mucha agua, una circunstancia que siempre atenúa su impacto», ha informado la organización agraria en un comunicado.
En cuanto a la comarca de Utiel-Requena, los primeros testimonios recogidos por AVA-Asaja revelan que la zona que se ha llevado la peor parte se encuentra ubicada entre los municipios de Utiel, Caudete y los Corrales. Los niveles de afección sobre el viñedo se sitúan entre el 15% y el 20% de la futura cosecha de uva.
Sin embargo, la preocupación de los viticultores se centra aún más en las consecuencias negativas que pueda tener a medio plazo la gran cantidad de agua que descargaron las tormentas. Las lluvias en la zona han sido tan copiosas que algunas explotaciones se encuentran inundadas, lo que puede traducirse en aparición de hongos como el mildiu. Además, las temperaturas experimentaron un brusco descenso que podría generar problemas de marchitez.
La organización también ha precisado que las lluvias de estos últimos días han tenido efectos muy beneficiosos para el resto de los cultivos, ya que han supuesto un importante riego adicional, han limpiado el arbolado y han recargado los acuíferos.
Fuente: La Vanguardia