El grupo de distribución francés Carrefour y la compañía canadiense Couche-Tard han anunciado este fin de semana que abandonan su proyecto de fusión, al que el Gobierno galo se había opuesto, pero avanzaron que mantendrán negociaciones para examinar nuevas oportunidades de «asociación operativa».
Entre los ámbitos de cooperación estudiados están la puesta en marcha de compras en común, el desarrollo y la comercialización de marcas de distribuidores o el lanzamiento de novedades para mejorar la experiencia del cliente, según indicaron en un comunicado conjunto.
La compañía canadiense Alimentation Couche-Tard había ofrecido al distribuidor francés Carrefour fusionar las dos empresas a un precio de 20 euros por acción, cerca del 30% más del valor de los títulos del grupo galo de distribución en Bolsa. Una oferta que supondría pagar un precio total de 16.352 millones de euros por los más de 817 millones de acciones con los que cuenta Carrefour.
Couche-Tard, que a fecha del 12 de enero tenía una valoración de mercado de 46.110 millones de dólares canadienses (36.246 millones de dólares estadounidenses), señaló entonces en un comunicado que «los términos de la transacción están en discusión y siguen sujetos a la debida revisión diligente, pero la gran mayoría de la remuneración propuesta se espera que sea en efectivo». La operación que planeaba Couche-Tard era la fusión ‘amistosa’ con Carrefour, operador que cuenta con una red de 12.300 tiendas en más de treinta países de todo el mundo y emplea a más de 320.000 personas. Finalmente las cadenas se han echado atrás.
Alimentation Couche-Tard es un gigante en Norteamérica. Posee 14.200 establecimientos en todo el mundo, incluyendo 9.261 tiendas en Norteamérica, con unos 109.000 empleados, así como otras 2.772 en Europa, principalmente en los países escandinavos, bálticos y Polonia, con unos 22.000 trabajadores. Asimismo, dispone de otros 2.220 establecimientos en una quincena de países operados mediante acuerdos de licencia bajo la enseña de conveniencia Circle K.
El ‘No’ del Gobierno francés enfrió la operación
Las acciones de Carrefour cayeron con fuerza el pasado jueves después de que el Gobierno galo mostrara su oposición a la posible fusión con la canadiense Couche-Tard. El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, aseguró que «Carrefour es el primer empleador privado de Francia y un eslabón esencial en la seguridad alimentaria de los franceses. (…) Desde ese punto de vista, ‘a priori’ no soy favorable a la idea de que Carrefour pueda ser comprado por un competidor extranjero», en respuesta a la confirmación por parte de Alimentation Couche-Tard de haber lanzado una oferta sobre la compañía gala, destacó entonces desinflando las opciones de la fusión planteada por Couche-Tard llegase a buen puerto.
Fuente: Food Retail