La cadena de supermercados ha cerrado el primer trimestre de 2014 con un crecimiento de las ventas del 0,4 %, pese a que la compañía prevé cerrar el año con una cifra de ventas similar a la del año 2013, debido al mal comportamiento del mercado catalán.
Caprabo facturó 1.364 millones de euros en 2013, un 3,9 % menos que en el año anterior, debido a la contracción del consumo en Cataluña, su principal mercado estratégico, y al incremento de la superficie comercial en Cataluña, en un 1,4 %.
El resultado de explotación aumentó un 66 % en el ejercicio del 2013 al pasar de 10,5 millones de euros en 2012 a 17,6 millones en 2013.
Caprabo considera que esta mejora se debe a las iniciativas de eficiencia operativa que la compañía está impulsando en los últimos tres años y pese a la reducción de márgenes, ya que su apuesta por mejorar la competitividad de los precios le llevó a rebajar el precio de más de 2.000 productos.
El director general de Capabro, Alberto Ojinaga, ha valorado el resultado del ejercicio, en el que se ha dado un «impulso fundamental a la transformación de la compañía» y se «han sentado las bases» para un nuevo modelo, que incluye el proyecto de supermercados de nueva generación.
A 31 de enero de este año, Capabro tenía 364 supermercado en sus tres mercados estratégicos, Cataluña, Madrid y Navarra, con 294.000 metros cuadrados de superficie comercial, y durante este año se han incorporado a su red 17 supermercados, de los cuales 12 son franquicias.
En 2014, Caprabo prevé abrir 25 tiendas franquiciadas y la compañía ha cerrado a lo largo del ejercicio 9 establecimientos.
Caprabo ha avanzado en la consolidación de su modelo estratégico de negocio basado en sus supermercados de nueva generación y cerró el 2013 con 80 de estos supermercados, en los que destaca la apuesta por los productos frescos y la alimentación saludable.