Acabamos de conocer que se ha ampliado hasta junio las ayudas por parte de la UE a la retirada de producto como medida compensatoria por el veto ruso. Esto por un lado es una buena noticia, pues ayudará a parte del sector a minimizar la repercusión de este cierre de fronteras, pero por otro lado esta situación ha creado y está creando un nuevo panorama en el mercado hortofrutícola.
Cuando hablamos con los productores, todos mencionan la necesidad de abrir nuevos mercados fuera de la UE, pero la realidad no se presenta tan fácil. En la mayoría de los casos estos mercados que tienen muchas facilidades para exportar a Europa, presentan grandes trabas para nuestros productos.
En nuestro último número publicamos un artículo sobre la necesidad de que la UE cambie su forma de actuar, en la que Paco Borrás, director comercial de Anecoop nos decía: “Los funcionarios europeos negocian lo que esos países pueden enviar a Europa, pero no son competentes para lo que Europa puede mandar a esos mercados”. Existe una gran falta de reciprocidad. Ahí está la clave: tenemos una Administración que no ayuda a sus empresas a salir de una situación de crisis, si no que sólo ofrece ayudas que no tienen futuro. Por ello el sector debe ser consciente de que su lucha debe ir hacia un escenario más abierto. Y en igualdad de condiciones.
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Trabas comerciales frenan las exportaciones europeas a nuevos mercados
