La amnistía y la paz en el entorno de Doñana. Tomás García Azcárate
Los que han tenido hasta ahora la paciencia de seguir a este Paranoico no se extrañaran de que celebre el acuerdo entre los gobiernos de Estado y el de Andalucía sobre el entorno de Parque nacional de Doñana.
Comparte
Un mal acuerdo es mejor que un largo pleito, y no digamos cuando se trata de un buen acuerdo. Desde la Federación Onubense de Empresarios (FOE), se ha calculado que el acuerdo reducirá la producción de frutos rojos en la provincia de Huelva en torno a un asumible 6% anual. Además, lo actores económicos prefieren con creces el entendimiento y el quehacer común entre las administraciones al enfrentamiento.
No voy a entrar aquí en la descripción de su contenido, que se supone ya conocido en sus grandes líneas por los lectores, pero hay un aspecto que quisiera subrayar ya que ha provocado en mi entorno arduas discusiones.
Según las noticias de prensa a las que he tenido acceso, la ayuda de 100.000 euros al abandono del cultivo puede ser recibida tanto por los productores de fresa que tienen pozos legales como por aquellos que no. He de confesar que me ha costado aceptar mentalmente esta “amnistía”, para aquellos productores que incumplieron reiteradamente la legislación vigente. Este debate no está muy alejado de otro debate actualmente vigente en nuestro país, pero más general, también sobre amnistías.
Al principio de esta entradilla que he dicho que me parecía un buen acuerdo. Conviene ahora especificar lo que entiendo como “buen acuerdo”. Es un acuerdo que deja razonable y equilibradamente descontento y contento a la vez las partes firmantes, siempre que permita avanzar hacia el objetivo perseguido, salvar Doñana preservando (e incluso potenciando) la economía local.
Le he preguntado a mis amigos del MITECO porqué se había incluido esta “amnistía” en el acuerdo. La respuesta fue que era condición necesaria y se había hecho en aras de un bien superior, conseguir la paz social en la zona y la adhesión sin divisiones de todos los productores de frutos rojos al acuerdo.
La hora de los productores
Como ya dije en otra entradilla, ahora les tocaría a los productores dar el Do de pecho. Sea con la denominación de Origen “Fresa de Huelva”, sea con la marca “Reserva de la Biosfera de Doñana”, ha llegado la hora de convencer a los consumidores europeos que una maneara concreta que tienen de ayudar al Parque es comprando frutos españoles.
Sea en el marco interprofesional, sea en el Consejo regulador dela Denominación de Origen, sea en donde sea, una parte de lo recaudado debería ir dirigido a financiar actividades de regeneración del parque, en común acuerdo con las administraciones y su Patronato.