Doñana de nuevo
Ya sé que soy un pesado, pero no estoy solo felizmente: “La implantación de medidas relativas a la biodiversidad es percibida por la distribución y los consumidores como necesaria”.
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La implantación de medidas relativas a la biodiversidad es percibida por la distribución y los consumidores como necesaria. Esta vez no lo digo yo, que ya saben ustedes que soy un pesado con el tema, lo dice Ignacio Antequera, director de Ventas y Relaciones con Grupos de Interés de GLOBALGAP., que de supermercados europeos algo sabe, en una entrevista que ha realizado la revista Aenverde[1] editada por COEXPHAL, con ocasión del Segundo Tour de GLOBALG.A.P. en Almería. Este tendrá lugar (el futuro se utiliza porque esta entradilla se ha escrito antes los martes 14 y miércoles 15 de marzo en Almería[2].
Se preguntarán ustedes porqué saco esta frase a colación ahora. A respuesta es sencilla. En mi último, post, como economista de las frutas y hortalizas, como Paranoico y como andaluz, estaba muy orgulloso de las declaraciones que nuestra Consejera Carmen Crespo había realizado en Berlín durante FruitLogistica, y que titulaban mi entradilla: “La sostenibilidad, clave para responder a la demanda hortofrutícola”.
Pero luego, hemos cambiado de escenario y de público y hemos entrado en la campaña electoral. Yo no seré de aquellos que reprochan a los políticos de hacer campaña, es como reprocharle a un comercial de una empresa de visitar a sus clientes para convencerles de lo bueno que son sus productos y de cómo les pueden ayudar. Además, estoy seguro que tanto la gran mayoría de los comerciales como de los políticos están realmente convencido de lo que dicen.
La siguiente noticia me permite evitar una crítica que a veces se me hace, que miro más a los ”unos” que a los “otros”. Es verdad que tengo mi corazón y mis ideas, que muchos de ustedes conocen o se suponen, pero he intentado siempre diferenciar mis ámbitos personal y profesional, seguramente no siempre con éxito. El tema es que, en las proximidades de las campañas electorales, algunos responsables (o “irresponsables”, depende de como se mire, tienden a olvidarse de las sentencias de la justicia española y europea, para intentar contentar a una parte de su electorado.
“Salvar chalés de lujo o riegos piratas: si la ley que protege la naturaleza molesta, se cambia: Extremadura aprueba una ley para sortear las sentencias que declararon ilegal el ‘resort’ Isla de Valdecañas, mientras Andalucía tramita de urgencia una amnistía para fincas sin permiso en Doñana: “Da la impresión de que todo vale[3]”.”
Es verdad que el nuevo texto, puesto sobre la mesa en lo concerniente a Doñana es más prudente que el anterior. Entre otros, incorpora una oficina técnica que analizará «caso a caso» a cada explotación para decidir si tiene derecho a agua, que deberá ser en superficie[4]. Estamos hablado de más de 1.500 hectáreas que están fuera de la ordenación de suelo de regadío actualmente en el entorno de Doñana, lo que afecta a unas 10.000 familias, pero será la oficina técnica la encargada de analizar cada caso para decidir si cumple los requisitos legales para que se cambie la clasificación del suelo y puedan reclamar agua en superficie. Desde el Partido Popular se afirma que no se legalizarán las hectáreas que se legalizarán serán muchas menos y que, por lo tanto, cumple con las exigencias derivadas de las sentencias de la Corte de justicia Europeas. Desde otros ámbitos, y no solo desde los partidos de la oposición y las organizaciones ecologistas sino también distintos compañeros míos del CSIC, se insiste en que el Parque de Doñana se está muriendo y que autorizar nuevos regadíos es no solo asumir plenamente la gravedad de la situación sino penalizar a los regantes que hoy disponen de agua y corren el riesgo de ver disminuida su dotación.
Yo ni tengo la información ni tengo los conocimientos para dirimir que parte de razón tienen los distintos puntos de vista, a diferencia de estos tertulianos que saben (y sobre todo hablan) de todo. A mí lo que me inquieta es lo que van a pensar los supermercados europeos y, más aún, como van a reaccionar ante las presiones que inevitablemente van a recibir por parte de sus consumidores, animados por las también inevitables, campañas de información dirían unos (e intoxicación dirían otros) que van a tener mugar.
La sostenibilidad no es una opción, ni un plus. Es, y lo será cada vez más, una condición de acceso al mercado. El problema es que, cuando llegaran los malos vientos, casi ninguno (por no decir ninguno) de los responsables políticos que han propuesto (o votado) estas decisiones estarán en estos mismo puestos y que, además, será muy difícil exigirles responsabilidades a título individual.
Podríamos en esto (como en otras muchas cosas) aprender de la Comisión Europea donde, hasta los funcionarios (y no digamos las jefaturas y los puestos políticos) son responsables con su patrimonio personal de las consecuencias que se derivan de los actos ilegales en los que han participado.
Otro gallo nos cantaría.
[1] https://www.aenverde.es/la-implantacion-de-medidas-relativas-a-la-biodiversidad-es-percibida-por-la-distribucion-y-los-consumidores-como-necesaria/
[2] https://revistamercados.com/manana-comienza-el-globalg-a-p-tour-en-almeria-junto-a-proveedores-y-principales-cadenas-de-distribucion/?
[3] https://www.eldiario.es/sociedad/salvar-chales-lujo-riegos-piratas-si-ley-protege-naturaleza-molesta-cambia_1_10023261.html?
[4] https://andaluciainformacion.es/huelva/1211971/la-nueva-ley-en-donana-analizara-caso-a-caso-la-autorizacion-de-regadios/