Por Marga López, redactora Revista Mercados.
Tras mi paso por Fruit Logística, y charlar con muchos productores y comercializadores de ambos productos, he llegado a la conclusión de que el sector del espárrago y el arándano son más parecidos de lo que podemos pensar en un primer momento.
Mientras que unos, el de los arándanos, se enfrentan a una comercialización incierta, debido al aumento de sus producciones y la falta de consumo en España e Europa, en el espárrago parece que ya vienen de vuelta de esa situación. La clave ha sido lograr tener presencia todo el año en el lineal.
Pero como nuestras condiciones climáticas no lo permiten, han recurrido a la importación como en otros tantos productos. De esta forma, el sector del espárrago verde ha encontrado en ultramar los aliados perfectos para fidelizar a las cadenas y por tanto, al consumidor. Hasta cierto punto, da igual el origen del producto si no se solapan, lo importante es que el consumo se active, y no solo durante un periodo concreto, sino todo el año.
Y es ahí donde el arándano debe seguir una estrategia comercial similar a la del espárrago. El sector de las berries necesita incrementar el consumo de este nuevo fruto rojo, y que mejor forma de hacerlo que convirtiéndolo en un habitual en la cesta de la compra. Pero para ello, hay que asegurar continuidad en el lineal, algo que se puede lograr con las producciones de Sudamérica.
No veamos a los arándanos de Chile como un enemigo, sino como aliados para dar a conocer este fruto, el arándano, que tan buenas propiedades tiene para el consumidor.