Por Marga López (@MargaLopez77)
A cuántos de nosotros, antes de atravesar el control de seguridad en el aeropuerto, nos han pillado con la botella de agua, que no podemos pasar. Y nos la tenemos que beber de una vez para no tirarla. Para evitar esto, María José San Román, chef del restaurante Monastrell @Monastrell (con una Estrella Michelín, en Alicante) decidió hace ya algún tiempo, llevar su particular «botella de agua». La curiosidad es que en lugar de agua, ella lleva una botella de uvas!! Y claro, las uvas sí pasan el control. Por que… ¿qué es la uva sino agua y azúcar?? (pero ojo, azúcar buena…).
Pues así, esta reputada chef, en lugar de tener que comprar bebidas carbonatas o agua embotellada, que no hacen sino generar más residuos, ella «bebe uvas».
Esta curiosa anécdota la he escuchado, y visto la botella de uvas, en el acto de inauguración de la campaña de la DOP Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, que tuvo lugar el pasado 29 de agosto en La Romana (Alicante) y donde San Román nos ofreció una entretenida ponencia sobre los múltiples usos que la uva puede tener en la cocina, y no solo como postre.
Todo esto me ha hecho pensar que al igual que las personas deben salir de su «zona de confort», nuestras frutas y verduras también deberían hacerlo. Estamos tan acostumbrados a consumir los productos de una determinada forma que no pensamos, ni siquiera imaginamos, otras maneras o momentos de consumirlos.
Afortunadamente los «gastrónomos» están abanderando esa innovación. Prestémosle por tanto mucha atención, porque si quiere acercarse a su consumidor, si busca su fidelidad, invéntense nuevas formas de comer sus productos, enséñele que las uvas también se pueden beber!
Nota: Cuando me marchaba del acto, oía como el gerente de una empresa le decía a otro: «tenemos que hacer las botellas de uva y llevarlas a los colegios»….. Yo me pregunto… ¿¿cómo no se les había ocurrido antes??