Según el balance hecho por Benihort, 9 millones de kilos son los que finalmente comercializó en su campaña de sandía de este año, aunque por el número de plantas cultivadas, las previsiones apuntaban a 11 millones como en la temporada 2020. Y es que la granizada registrada en julio en diferentes zonas agrícolas de Benicarló y de la comarca del Baix Maestrat marcó la cosecha de este año e hizo que 2 millones de sandías se quedaran en el campo en plena recolección.
Benihort produce sandía rayada y negra sin pepitas desde hace más de 15 años y lo hace a través de las marcas Benihort y Main. Maestros de la tierra. La cooperativa benicarlanda ha logrado una marca de sandía con renombre, de gran calidad estándar y que asegura grados brix, de sabor y maduración. Sin embargo, “a nivel comercial, la venta se resintió porque el mercado nacional no consumió lo que suele consumir, debido a las circunstancias sanitarias que estamos viviendo y a las temperaturas que tampoco han acompañado. Lo mismo ha ocurrido en la exportación, el clima atípico en países como Alemania, Polonia o Francia también redujo la demanda, ya que el cliente asocia el consumo de esta fruta al calor estival”, describe el responsable comercial de Benihort Hortalizas, Carlos Miravet.
Esperanzadora campaña de invierno
A pesar de haber vivido una campaña hortícola de invierno que tampoco dio muchas alegrías, y de la desastrosa granizada de agosto, la cooperativa tiene puesta la ilusión en la nueva temporada otoño-invierno que iniciarán el 1 de octubre. “Todo el equipo directivo, comercial y técnico estamos al lado de nuestros agricultores, que lo han pasado francamente mal. Confiamos en la nueva temporada que traerá al almacén de hortalizas las primeras alcachofas híbridas y luego la variedad Blanca de Tudela con Denominación de Origen Protegida. Debemos poner todo nuestro empeño en seguir apostando por la calidad de nuestros productos y esperamos que hayan buenos precios para nuestros agricultores”.