COAG pone el acento sobre la insoportable competencia desleal de terceros países en base a unas condiciones de producción muy alejadas de los altos estándares europeos en materia de seguridad alimentaria, protección del medio ambiente y derechos sociales de los trabajadores.
Las importaciones de sandías a nuestro país se han multiplicado casi por 9 durante el último lustro, al pasar de 10.572 tn en 2014 hasta las 88.603 tn del pasado año. Así se desprende el estudio elaborado por la organización agraria COAG ante el inicio de la campaña de sandía en el sureste español, que destaca especialmente la entrada de este producto coincidiendo con la salida de las primeras sandías españolas al mercado.
“Importadores y plataformas de compra de cadenas de distribución concentran el grueso de las mismas entre marzo y junio (88% del total) para forzar unos precios a la baja en el inicio de nuestra campaña y mantener una tensión artificial que lastra la rentabilidad de nuestra producción”, ha subrayado Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG.
Por países destaca especialmente la procedencia de Marruecos: en 2020 supusieron el 81% del total de sandias importadas, seguidas a gran distancia por las de Senegal (10%) y Brasil (1,8%). Este producto tiene liberalizada su entrada a la Unión Europea por los acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos. “Lo denunciamos en su momento. Es caldo de cultivo para la especulación de multinacionales euro-marroquís. Acabamos engordando la cuenta de resultados de unos pocos a costa de sacrificar el futuro de nuestros agricultores”, ha recordado Góngora.
“Además, ha puntualizado, “resulta insoportable la competencia desleal de terceros países en base a unas condiciones de producción muy alejadas de los altos estándares europeos en materia de seguridad alimentaria, protección del medio ambiente y derechos sociales de los trabajadores”.
En este sentido, desde COAG se pide a las centrales de compra una apuesta firme y decidida por el producto nacional en el inicio de campaña, evitando las prácticas especulativas que sólo generan destrucción de valor con importaciones innecesarias.
”Es radicalmente falso que las cadenas de distribución tengan que recurrir a importaciones porque aquí no hay producto. Hay sandias suficientes para abastecer los diferentes mercados. Más sanas y seguras para el consumidor y más beneficiosas para el planeta gracias a los altos estándares de producción del modelo europeo”, ha afirmado el responsable de COAG.