El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, alertó el pasado viernes en Bruselas de que la supresión de materias activas fitosanitarias por parte de la Unión Europea (UE) “nos lleva a un auténtico desastre, porque si los agricultores mediterráneos nos quedamos sin soluciones contras las plagas y enfermedades habrá más abandono de tierras, más incendios, más desierto y más dependencia alimentaria de fuera”. El dirigente agrario valenciano realizó estas declaraciones durante el grupo de trabajo sobre cuestiones fitosanitarias del COPA-COGECA, la entidad que aglutina las principales organizaciones agrarias y cooperativas europeas.
Ante la nueva propuesta de reglamento de la Comisión Europea relativa al uso de los productos fitosanitarios, que plantea prohibir todos los fitosanitarios en el 80% de la agricultura valenciana, Aguado reclamó un replanteamiento: “La UE está haciendo lecturas equivocadas. Tiene que repensar que no es igual cultivar en el norte de Europa, donde hoy hace frío, que en el sur, donde hace casi 20 grados y las plagas pueden multiplicarse. Si este reglamento sigue adelante, los europeos deberían empezar a preocuparse pues de filosofías no se come y, si el campo se abandona, vamos a pagarlo muy caro. Depender del alimento que venga de un país tercero para poder venderle bienes transformados o industriales puede comportar una factura muy cara a medio y largo plazo”.
Por ello, el presidente de AVA-ASAJA apeló a la unidad: “Tanto el norte como el sur tenemos la responsabilidad de ir todos a una. Si el desierto avanza por la cuenca mediterránea, la falta de lluvias en el corazón de Europa será mayor, tal como constatan los expertos en clima. Los cultivos arbóreos fijan más dióxido de carbono y generan más oxígeno. En caso de incendio, las llamas se frenan en los campos cultivados, que además sirven como refugio para los equipos de extinción. La UE debe dejar las filosofías y pisar tierra”.