AVA-ASAJA reclama la ayuda prometida a los citricultores
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) lamenta profundamente que la conselleria de Agricultura no cumpla la promesa que hizo durante la pasada campaña citrícola de otorgar unas ayudas de minimos dotadas de un presupuesto de 8 millones para aliviar la situación de crisis que viven los citricultores valencianos.
Comparte
AVA-ASAJA lamenta que la Generalitat no cumpla su compromiso de ayudar al sector citrícola que carga a sus espaldas 305 millones de pérdidas
Sin embargo, esta organización ha sido conocedora de que al convocarse elecciones, la consellera de Agricultura de la anterior legislatura, Elena Cebrián, se negó a tramitar las ayudas destinadas a las explotaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana. A esta circunstancia se suman los recortes recientes que están afectando a las consellerias, especialmente en aquellas partidas que no estaban tramitadas. AVA-ASAJA por el momento ha tenido constancia de que en estos momentos no va a haber ayudas de minimis.
Este hecho es especialmente grave por dos motivos. En primer lugar, sería la primera vez que la Generalitat adquiere un compromiso público para ayudar a un sector en crisis y después se desdice. De ser así, esta decisión afectaría tremendamente a la credibilidad de la propia Generalitat.
Por otra parte, todas las instituciones públicas han admitido la crisis que atraviesa el sector citrícola valenciano. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, critica que hasta ahora todo hayan sido palabras y ningún hecho para poder paliar esta grave crisis que atraviesa un sector fundamental en la economía valenciana. “Desde AVA-ASAJA pedimos a la Generalitat que reinicie el procedimiento de tramitación de estas ayudas y que cumpla el compromiso que adquirió con todo el sector”, reclama Aguado. “Aunque estas ayudas no dejaban de ser un parche simbólico eran lo menos que podía hacerse desde la Generalitat para demostrar que realmente están al lado del sector citrícola valenciano. Lamentamos que las malas relaciones entre los partidos que forman el Pacto del Botánico lleven a estas situaciones que las tenemos que pagar precisamente los administrados y concretamente un sector en crisis”, señala Aguado