Con amantes y detractores, la alcachofa celebra este jueves su día internacional erigida en un producto imprescindible en las despensas de los hogares y en las cocinas de muchos restaurantes.
Los datos que maneja el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sitúan a España como el segundo productor mundial de alcachofa con 226.281 toneladas al año, por debajo de Italia, con 483.561 toneladas.
En general, el 60 % de la producción se dirige a la industria y el 40 % restante para el consumo en fresco, y un 75 % se queda en el mercado interior y el restante 25 % se exporta al resto del mercado comunitario.
Su cultivo tiene especial relevancia en las comunidades autónomas del litoral mediterráneo, especialmente en Murcia, con más de un 40 % de la producción nacional, según los últimos datos del MAPA.
También destacan la Comunidad Valenciana, Tarragona y Navarra, comunidades que produjeron el 36 % de la cosecha nacional.
Para esta campaña, el presidente de la sectorial de la alcachofa de la Asociación de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport), Simón Conesa, prevé que se obtengan 220.000 toneladas.
Altos precios y plagas
La semana pasada, la alcachofa experimentó un notable incremento en su precio, cuando la compra en origen de 10 kilos supuso desembolsar 1,7 euros más que siete días atrás, cifra que implica un repunte del 9,58 % mientras que comprar esa cantidad de patata es 38 céntimos de euros más caro (+9,7 %).
Durante las nueve primeras semanas del año su coste ha seguido una tendencia alcista en comparación con las dos campañas anteriores: mientras que el precio en la semana nueve de este año es de 1,99 euros, en la misma semana del 2022 fue de 0,82 y del 2021 de 0,96.
Para Conesa este aumento de precio es consecuencia de las condiciones climáticas adversas: las temperaturas “atípicas” están pasando factura al campo y sus cosechas.
La alcachofa y otros productos hortofrutícolas como los tomates, están viendo afectadas y reducidas sus producciones por este factor.
El calor de los últimos meses del 2022 ha provocado que la alcachofa “haya dado un menor rendimiento”, concreta Conesa, “al ser un producto de invierno y al tener temperaturas demasiado altas ha incidido en la calidad”, añade.
El presidente de la sectorial reconoce que “no ha sido un buen año” para los agricultores ni en producción ni en precio.
Además, las temperaturas cambiantes han propiciado la aparición de enfermedades como la plaga del mildiu, que ha impactado directamente en la alcachofa con pérdidas para el agricultor de entre un 20 % y 30 % sobre el coste del cultivo”.
No obstante, espera que se trate de una situación coyuntural y que, para los próximos cultivos, se restablezcan tanto el precio del producto como su calidad.
La alcachofa, menú de alto nivel
Los atributos de esta hortaliza han conquistado a bares y restaurantes en general y a los de alto nivel en concreto, que incluyen cada vez más este producto entre sus cartas, algo que reconoce el presidente de la sectorial.
Algunos establecimientos como El Jardín de Alma, en Madrid, ofrecen la alcachofa frita con parmentier trufado y virutas de jamón y a la brasa con sal maldon.
En otros como La Fábrica, en Burgos, sirven este producto confitado con foie y panceta ibérica.
Más allá del aumento de su precio o de una rebaja de su calidad debido al tiempo, la alcachofa se mantiene como un elemento imprescindible en las cocinas y en el campo.