El detonante de esta situación arranca, hace ya varios años, con la saturación del mercado comunitario de fruta debido al incremento de las producciones y el riesgo de sobreoferta incluso en fechas y regiones más tempranas. Esta coyuntura se vio posteriormente agravada con el “veto ruso”. Y a esto debemos añadir la caída del consumo de fruta a nivel nacional, los altos costes de producción que soportan por agricultores (desde la pasada semana incrementados con la nueva subida del SMI) y los bajos precios en origen debido al escaso poder de negociación de los productores en la cadena agroalimentaria. Todo ello ha contribuido a convertir una grave crisis de mercado en una crisis estructural de la que resulta muy difícil salir.
Analizada la situación, la sectorial de Fruta de ASAJA entiende que solo con un plan de actuación conjunto se podrá salir de esta agónica coyuntura. En primer lugar, se debe establecer un plan de arranque y abandono de actividad con el fin de recortar la producción excedentaria, por la vía de la salida del sector de una parte de las explotaciones mediante el cese de la actividad, definiendo convenientemente sus condiciones: especies y variedades elegibles, condiciones del abandono, explotaciones elegibles.
En segundo lugar, se debe incentivar la constitución de un mecanismo de gestión nacional de la fruta con el fin de vertebrar el sector y organizarlo. El objetivo prioritario debería ser la extensión de norma para la realización de campañas de promoción y valorización del consumo de fruta. En tercer lugar, y con el fin de adecuar la oferta a la demanda se debería limitar temporalmente las nuevas plantaciones, para lo que se debe dejar de incentivar las nuevas plantaciones de fruta con exceso de oferta dentro de los programas operativos de OPFH y programas de desarrollo rural.
Por último, y ante las crisis sufridas en estas últimas campañas hemos comprobado que las medidas de gestión de crisis no han sido eficaces,. El sistema actual no funciona, por lo que se debe articular un sistema que mejore el actual, que haga más atractivo a los agricultores estar organizados y de cara a la nueva PAC se debe de trabajar en el establecimiento de un sistema de gestión de crisis al margen de los programas operativos, con presupuesto adicional que no discrimine a ningún productor.
Si bien es cierto que algunas de estas medidas se recogen en el “Plan de medidas para la mejora del sector de la fruta dulce”, elaborado por el MAPA en la campaña pasada, no se han desarrollado y demandamos la puesta en marcha de estas medidas para una mejora del sector y el futuro de nuestras zonas rurales. Hay que recordar que el sector frutícola tiene una gran importancia social y es vertebrador de muchas zonas rurales ya que fija población al medio y genera riqueza en los núcleos rurales.
Con el fin de reivindicar estas demandas ASAJA anima a participar en las diferentes manifestaciones y actos de protesta convocadas esta semana en las distintas zonas productoras.