Al frente está Andrés Álvarez Perea, que ha traído savia nueva a esta entidad con proyectos innovadores que están resultando todo un éxito.
Por un lado, su línea de IV Gama Montañita. Tras casi tres años de funcionamiento y un periodo de consolidación de ventas, de nuevo está repuntando la demanda de esta marca, donde ya no solo encontramos una gama de ensaladas lista para consumir, sino también flores comestibles, procedentes de Innoflower, una empresa del grupo Frutas Olivar. “El cliente reconoce esta marca y la valora, y esto nos ha traído mucha notoriedad en el mercado y, por supuesto, un incremento de nuestra ventas”, señala el director general de Frutas Olivar.
Otro de los grandes proyectos en los que está inmersa esta empresa es la importación vía aérea. Está siendo sin duda una línea comercial diferenciadora en Mercamadrid, por la calidad y el servicio que prestan a sus clientes. La exportación es, igualmente, importante en Frutas Olivar y, en este sentido, la están potenciando y creando sinergias comerciales con la empresa Valgren, especializada en la producción y comercialización de cerezas. “Queremos aprovechar los canales comerciales de la cereza y ofrecerles a los clientes un paquete más diversificado y completo de productos de temporada, que es donde somos auténticos especialistas”, expone Andrés Álvarez. Frutas Olivar gana presencia en mercados como los de Hong Kong, Malasia o Singapur, con crecimientos en volumen que pueden rondar el 40%.
Todo esto lo encontramos en Mercamadrid, proyectos que una nueva generación es capaz de llevar a cabo y que, sin embargo, se topan con modelos de negocios arcaicos incompatibles con el siglo XXI.
