La proclamación del Año Internacional de Frutas y Hortalizas (IYFV por sus siglas en inglés) se basó en la necesidad de aumentar la conciencia mundial sobre la importancia del papel de las frutas y verduras en la nutrición, la salud y la seguridad alimentaria, así como en el reconocimiento de su contribución hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Desde su lanzamiento en diciembre de 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha estado creando conciencia sobre los beneficios que aporta el consumo de frutas y hortalizas para la salud. Hemos apostado por dietas saludables a través de un mayor consumo de estos alimentos y estamos promoviendo esfuerzos internacionales para impulsar su producción de manera sostenible y segura.
El lema oficial del año, “Frutas y verduras, esenciales en tu dieta”, destaca la importancia de consumir productos frescos para tener una buena salud y nutrición. La función principal del sector agrícola es alimentar adecuadamente a la población mediante el aumento de la disponibilidad, la asequibilidad y el consumo de productos diversos, seguros y nutritivos que estén en línea con las recomendaciones nutricionales y de sostenibilidad del medio ambiente a nivel mundial.
Los sabores deliciosos y diversos de las frutas y verduras frescas de temporada se encuentran entre los grandes placeres de la vida. Sin embargo, para demasiadas personas no están a su alcance. Hoy en día, al menos 3.000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable y no cumplen los requisitos nutricionales mínimos recomendados de 400 g de fruta y hortaliza por persona y día. Mientras las dietas saludables están fuera del alcance de tantos, el fácil acceso a la comida-basura está creando un fuerte aumento del sobrepeso y la obesidad en países tanto del Norte como del Sur.
Además, un objetivo importante del IYFV es reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario en las cadenas de suministro hortofrutícolas. Los productos frescos, y en especial las frutas y verduras, son particularmente propensos a convertirse en pérdidas y desperdicio, desde la producción hasta el consumo (en algunos países se pierde hasta el 50% de estos alimentos en la cadena de suministro entre la cosecha y el consumo). La FAO está trabajando en fortalecer la capacidad de los países para adoptar métodos y tecnologías innovadoras para luchar contra ello.
También durante nuestras actividades y promociones, se ha prestado especial atención al papel de la mujer, no solo en la producción de alimentos, sino en mantener la seguridad alimentaria y nutricional de sus familias y comunidades.
El Año Internacional de las F & H contribuye a la buena salud y nutrición mundial
Soy consciente de que el Ministerio de Consumo de España lanzó recientemente una campaña para invitar a los consumidores a aumentar su consumo de frutas y verduras por el bien de su salud y la del planeta. También leí informes sobre el aumento del consumo en España y algunos otros países durante la pandemia de COVID-19. España es un buen ejemplo por su liderazgo productivo y por su extensa historia de platos que se basan principalmente en frutas y verduras.
Me gustaría terminar con el mensaje de que todo el mundo tiene un papel que desempeñar en el Año Internacional de las Frutas y Hortalizas, desde los gobiernos, los productores, la sociedad civil, las empresas del sector privado, hasta el propio consumidor, especialmente los jóvenes. Debemos trabajar juntos para marcar la diferencia y garantizar que las frutas y verduras se conviertan en una parte cada vez más importante de la dieta de todos para promover hábitos saludables y erradicar el hambre y la desnutrición del planeta.