Un nuevo escenario para las frutas y hortalizas: la perspectiva del consumidor

El año 2020 marcará grandes cambios para el consumidor en todos los aspectos, y sus patrones de compra y consumo de alimentación no son una excepción. Con las circunstancias que se han vivido durante este año, el consumidor se ha refugiado más en el hogar, incrementando su gasto en productos de Gran Consumo en un 13,6% hasta el 13 de septiembre.

Los productos frescos siguen siendo el motor de la alimentación en España y suponen 4 de cada 10 euros que nos gastamos en el sector y, dentro de ellos, las frutas y hortalizas han reforzado su protagonismo, ya que hemos comprado en el último año un 12,7% más de estas dos familias, gastándonos un 21,8% más.

Para registrar estos crecimientos ha sido clave el desarrollo de momentos de consumo en los que aparecen estos productos. Así, hemos visto cómo las verduras, que crecen en volumen un 15% y hasta un 19% en gasto, se ven beneficiadas por el aumento de platos cocinados, la vuelta a las recetas de toda la vida y el mayor tiempo disponible. El incremento de compra ha sido muy común en todas las variedades, destacando los aumentos por encima del 30% en berenjenas y del 20% en productos como zanahorias, coles, pimientos o calabacines, dotando cada vez de más variedad a los hogares españoles.

En el caso de las frutas, durante el año 2020 han destacado productos que aparecen como alternativa saludable en momentos de consumo donde, hasta ahora, estaban más limitados. Hemos visto un importante crecimiento del consumo de frescos entre horas, como postre y también en el desayuno, pasando a ser una categoría presente en prácticamente todas las horas del día. Esta capacidad para aparecer en más momentos de consumo ha permitido al sector sortear las subidas de precio y que el consumidor las aceptase para seguir comprando en gran cantidad frutas. Así, hemos incrementado nuestra compra de estos productos un 10% en lo que va de año, con un aumento del gasto en el sector de un 21,8%. Esta subida de precios se debe al incremento del precio directo que se ha producido en algunas variedades, especialmente en las que sus procesos de recogida se han visto más afectados por las circunstancias sanitarias. Se han combinado crecimientos de hasta un 25% en la demanda de productos clásicos como los limones o los aguacates, exceptuándose a estos crecimientos la demanda de frutas como las mandarinas, los melones o las piñas, donde el consumidor ha penalizado la subida de precios para buscar otras alternativas.

«Las frutas y verduras vuelven a ganar peso en los últimos meses en las campañas promocionales de los retailers»

Con la vuelta a la actividad promocional por parte de los distribuidores y el retorno a la lucha por rentabilizar las visitas a las tiendas, las frutas y verduras vuelven a ganar peso en los últimos meses en las campañas promocionales de los retailers. Cabe recordar que, matemáticamente, está demostrado que, a mayor venta de productos frescos a un distribuidor moderno, mayor venta del resto de categorías envasadas y que, por tanto, estos productos son el gancho fundamental para atraer al consumidor por la frecuencia de compra de los mismos, para fidelizarlo, por el conocimiento que tenemos los españoles sobre el sector y para rentabilizar el negocio. Así pues, las frutas y verduras vuelven a ser protagonistas de las promociones y de la agresividad promocional de la gran distribución, y uno de los retos que tendrá el sector por delante es mantener la cadena de valor de estos productos, adaptándose a estas políticas de gran distribución.

Con un futuro sanitario todavía incierto por delante, parece claro que ambas categorías seguirán ganando protagonismo como ejes principales de la alimentación en el hogar, siendo uno de los principales motores de la industria y el comercio en España en los próximos meses y en el año 2021.