Un gigante con pies de barro. HORTÍCOLAS
La crisis sanitaria ha supuesto un revulsivo para el consumo de hortalizas en España y Europa, sin embargo, también ha lastrado al sector productor y comercializador, asfixiado por una inflación sin precedentes que reduce sus márgenes y ahoga su rentabilidad.
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El favorable momento de consumo que viven las hortalizas contrasta, sin lugar a dudas, con la crisis -en parte coyuntural, pero con graves problemas estructurales- que sufre el sector. Tanto que, mientras escribimos estas líneas, las organizaciones profesionales agrarias están convocando una gran manifestación en Madrid para el 20 de marzo.
Por un lado, y según Kantar, los frescos perecederos fueron unos de los principales ‘culpables’ en 2020 del crecimiento del Gran Consumo y, de hecho, esta categoría experimentó un ascenso histórico del 14,6%, “muy dinamizada por los ritmos de aumento de las frutas y hortalizas”, afirma Pere Vives, Review Growth Management de la consultora. Con el avance de la ‘nueva normalidad’, los consumidores han ido relajando el cuidado de su alimentación; aun así, mantienen a las hortalizas entre sus preferidos de la cesta de la compra, ocupando el tercer puesto en volumen (12,6%) y el sexto en valor (8,4%), según el último Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura.
Los consumidores están dispuestos a pagar más por servicios como la entrega a domicilio
Por otro lado, la rotura de las cadenas de suministro como consecuencia de la crisis sanitaria ha dado lugar a una inflación que nadie esperaba y que está lastrando sobremanera al sector que, de momento, no está pudiendo trasladar el aumento de sus costes de producción al precio final del producto; o al menos no como debería.
Y teniendo todo esto en cuenta, nos atrevemos a decir que el sector hortícola español es un gigante con los pies de barro. Gigante por lo que supone para el comercio exterior de España, con unas exportaciones valoradas en más de 2.700 millones de euros entre enero y octubre de 2021, según Fepex (exceptuando tomate, pimiento, ajo, cebollas y patatas); pero carente de unos cimientos sólidos como consecuencia de la coyuntura actual (inflación), y sobre todo de problemas estructurales como su atomización empresarial y, con ella, su escasa capacidad de negociación con una Gran Distribución muy concentrada.
Las hortalizas ocupan el tercer puesto en volumen (8,4%) en la cesta de la compra de los españoles
Aun así, siguen siendo muchas las oportunidades que tiene ante sí el sector de las hortalizas, no ya para ganar cuota de mercado (es líder europeo), sino para afianzar su posición:
1. Consumo healthy. Aunque la eliminación de las restricciones ha contraído el consumo de hortalizas en el hogar, siguen siendo muchas las voces que animan a aprovechar la “demanda extraordinaria” generada durante el confinamiento y en las semanas posteriores, como afirman desde Kantar.
2. Nuevos consumidores. Según Freshfel, que presentó recientemente su último Consumption Monitor, impulsar el consumo pasa por centrarse en “la generación más joven, incluyendo a los millennials”.
3. Diversificación. La aparición de nuevos consumidores y momentos de consumo irán ligados a la innovación. De hecho, el consumo de pepino crece en toda Europa gracias a la diversificación y, es más, solo en Alemania, las ventas de minis aumentaron un 27% en volumen y un 34% en valor en 2021.
4. Sostenibilidad. El 51% de los consumidores europeos, según un informe de Kantar, quiere practicar un consumo sostenible.
5. Ecommerce. La pandemia impulsó la venta online y, según Freshfel, “los consumidores están dispuestos a pagar más por servicios como la entrega a domicilio”.