Toda la producción bajo el sello de garantía. OPFH UVAS DEL VINALOPÓ
Aún a expensas de recibir el reconocimiento como OPFH, el proyecto de la entidad “Uvas del Vinalopó” sigue creciendo con la incorporación de dos nuevos socios, siempre persiguiendo el objetivo de ofrecer un producto diferenciado como es la uva con sello de garantía.
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En la OPFH Uvas del Vinalopó, anteriormente denominada Uvas de Alicante, la gran apuesta a lo largo de su trayectoria siempre ha sido la diferenciación del producto en los mercados. Así, comercializan toda su producción certificada bajo el sello de la Denominación con el objetivo de ofrecer un plus en calidad a sus clientes.
En esta línea, optan por la Producción Integrada o con la certificación de Global Gap para una mayor distinción. Como señala su presidente, Antonio Berná: “Queremos poner en valor una fruta que se caracteriza por disponer de unas cualidades organolépticas, gustativas y de sanidad vegetal inigualables”.
Tras este objetivo de mantener la calidad de la uva del Vinalopó por encima de cualquier criterio de venta, la entidad decidió hace un año transformarse en OPFH y sumar adeptos a su causa. Hoy por hoy, son seis las entidades socias tras la incorporación de dos nuevas en el último año, que han supuesto unas 30 hectáreas más de producción, principalmente de la variedad de uva Aledo.
Con miras a responder a un proyecto de calado como este, la firma decidió realizar importantes inversiones en las plantaciones con nuevas técnicas de cultivo e innovadoras variedades, cuyos resultados se podrán
comprobar en la siguiente campaña.
Adversidades
Sin duda el sector de la uva de Alicante ha sido uno de los más afectados por el veto ruso, principalmente por la bajada de precios generalizada que se ha dado como consecuencia de la gran oferta de frutas en el mercado. A este respecto, Berná señala: “El trabajo hecho en Rusia durante muchos años se perderá en pocos meses”.
De forma paralela, el sector de la uva se verá perjudicado también en esta campaña debido a la sequía y la mala calidad del agua, que provocará una merma del 35% de media en la producción de la variedad Ideal.
Un problema que según el sector se podría subsanar con el deseado trasvase Júcar – Vinalopó, el cual llevan reclamando desde hace años, convirtiendo el agua en un bien asequible para los agricultores.