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“Sólo si satisfaces al consumidor, obtienes rentabilidad”

El sabor se ha convertido en un valor indispensable para cualquier variedad, pero si hablamos de melón, no sólo marca la diferencia gustativa entre un material u otro, sino también la rentabilidad o no para el agricultor.

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Uno de los aspectos que más aprecia y valora el consumidor de melón es su sabor. ¿Qué prioridad tiene este parámetro para Syngenta?

Lo que hace que el consumidor repita en su compra, es, sin duda, haber sido complacido con lo que ha comprado, en este caso, con lo que ha comido. Por lo tanto, el sabor es una prioridad para Syngenta, pues sólo satisfaciendo al consumidor, el productor consigue una buena rentabilidad. Tenemos un ejemplo claro en el segmento Galia y Cantaloupe. El consumidor no está encontrando en los mercados un producto acorde a sus necesidades, lo que está provocando una disminución de consumo y por tanto, una reducción en la rentabilidad del productor.

 

¿Podemos decir que vuestras variedades ayudan a obtener mayor rentabilidad?

El agricultor actual es un empresario más, que busca y necesita rentabilizar su negocio, y por tanto, debe empezar por sacar beneficio de sus producciones. Esa es una de las bases fundamentales de nuestro trabajo, armonizar un conjunto de acciones encaminadas a facilitar el trabajo al productor: desde el punto de vista genético con la búsqueda de variedades con nuevas resistencias; con el desarrollo de productos de protección de cultivos, más efectivos y dentro de un programa de sostenibilidad, y con productos de fauna auxiliar Bioline. Pero no sólo facilitamos el trabajo al agricultor, también como línea de investigación nos marcamos que nuestros productos sean buenos para quienes los tienen que manipular, es decir, que ofrezcan vida comercial suficiente para el transporte, almacenamiento, exposición y venta. Y por supuesto, satisfacer las necesidades del consumidor final, con jugosidad de carne, azúcares y aromas. Reuniendo todo esto, ofrecemos y garantizamos rentabilidad al productor.

 

En base a las prioridades que antes ha mencionado, ¿qué variedades en Charentais y en Piel de Sapo están ofreciendo mejores resultados?

Para el segmento de Charentais contamos con dos materiales: PENDRAGON para el ciclo, temprano; y ARAPAHO, para el tardío, ambas manteniendo nuestra línea declarada de calidad gustativa. En lo que respecta a Piel de Sapo, tenemos una gama muy amplia, que abarca desde las producciones más tempranas de Almería y Murcia, hasta las más tardías de La Mancha. Variedades como PORTOCARRERO, JIMENADO, MURAL, ALMEZA, NICOLAS, SANCHO, HILARIO, VELASCO, IBÉRICO, MENDOZA, conforman esa extensa colección varietal que los buenos productores y los comercializadores de melón, conocen y aprecian por sus excelentes resultados. Dentro de este último segmento, actualmente estamos lanzando MP3542, un Piel de Sapo que aúna las características de SANCHO en cuanto a calidad organoléptica y las de IBÉRICO. Se trata por tanto de una variedad con una buena planta, capaz de alcanzar una alta producción con facilidad, junto a una buena post-cosecha y un altísimo nivel cualitativo, además de mantener altos valores de azúcares y aromas.

 

Sobre la actual campaña de venta de semillas, ¿cómo se está desarrollando?

Aún es pronto para hacer un diagnóstico, pero sí hemos percibido una ligera demora sobre todo en la zona de Almería, debido al retraso que estamos teniendo en los cultivos de invierno. Igualmente notamos cierta incertidumbre por los posibles efectos del virus Nueva Delhi que este pasado otoño afectó a las Cucurbitáceas, sobre todo al calabacín.

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