“Necesitamos alternativas para garantizar la sanidad de la planta”. GRUFESA
Los dos desafíos cruciales para Grufesa durante su campaña de viveros de altura han sido el cambio climático y los problemas de desinfección de suelo. Para hacer frente a esta problemática, han optado por la búsqueda de variedades más rústicas que respondan mejor a las limitaciones de recursos hídricos y sanitarios.
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Reducción de superficie
La campaña de viveros de altura de frutos rojos ha atravesado una situación climática marcada por la incertidumbre. El clima extremo de los últimos meses ha traído consigo tormentas de granizo y una considerable sequía que ha perjudicado la producción de plantas, ocasionando el descenso de la superficie de cultivo “hasta un 15%”, tal como afirma Diego López, director técnico de Grufesa.
“Necesitamos alternativas para ofrecer una planta con una sanidad óptima”
Este nuevo escenario ha provocado que los productores de frutos rojos demanden variedades más rústicas, por ello, en Grufesa, “hemos apostado por RedSayra que ha ocupado el 30% de la superficie de nuestro vivero”, variedad que resalta por su resistencia y precocidad.
Durante este ejercicio, además de Red Sayra, Grufesa ha desarrollado en su superficie 5 variedades, entre las que destaca, “Rociera con un 12%, Marisma con un 17% y Fortuna con un 20%”.
Desinfección limitada
El cambio climático no sólo ha causado una dura sequía. Además, las temperaturas se han vuelto más extremas, lo que ha dado lugar a la aparición de nuevas enfermedades y plagas. En este nuevo paradigma también aparece la reducción de fitosanitarios y la “deficiente desinfección de suelo” con el Metam Sodio. En este sentido, López lamenta que, “no podemos ofrecer una planta con las condiciones más convenientes, a pesar de que rotamos la tierra cada 4 años”, por ello, “necesitamos alternativas más eficientes por parte de la Administración”.