NATURPLÁS. Tres directrices de la plasticultura actual
Francisco Buendía, responsable de calidad de Naturplás Industrial.
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En las últimas décadas, el sector agrícola se ha especializado en productos más específicos que poseen una mayor durabilidad y resistencia, tanto mecánica como química, y que son menos nocivos para el medio ambiente. Esa misma tendencia se ve plasmada en los plásticos utilizados en los invernaderos.
En cuanto a la durabilidad, se investigan aditivos que atesoren efectos sinérgicos con los estabilizantes comúnmente utilizados y que, de forma conjunta, son capaces de incrementar notablemente el tiempo de vida del plástico agrícola. En este grupo, cabe destacar la trizaina y sus derivados. Dichos compuestos químicos se utilizan como absorbedores de la radiación ultravioleta y muestran una gran sinergia en presencia de estabilizantes HALS-NOR (Hindered Amine Light Stabilizers). Estos dos aditivos aumentan la durabilidad del plástico y la resistencia frente a agentes químicos, especialmente frente al azufre.
En lo que respecta a las propiedades mecánicas, la incorporación del polietileno lineal metaloceno de baja densidad (mLLDPE, por sus siglas en inglés) en los films agrícolas hace que se pueda disminuir el espesor del plástico sin que sus propiedades mecánicas se vean afectadas. Dada la complejidad para extruir estos productos, se necesitan líneas de co-extrusión multicapa que garanticen la correcta integración del mLLDPE.
Por último, el sector de la plasticultura es consciente de los efectos del cambio climático y, por ello, se están desarrollando y comercializando productos biodegradables capaces de descomponerse en el suelo tras su vida útil. Generalmente, los plásticos biodegradables se entierran tras su uso para favorecer la acción de los microorganismos que transforman dichos productos en agua, biomasa y dióxido de carbono, aumentando la fertilidad del suelo.