Producción
El año 2022 fue negativo en todos los sentidos para la zanahoria y en la Cooperativa Virgen del Rocío saben que el agricultor ya no tiene margen, no produce todo lo que necesitaría para hacer rentables sus producciones con los altos costes. “Las perspectivas no son buenas, los recortes en las partidas de riego hacen inviable un cultivo al que probablemente se le recorte un 50% del agua”, explica David Jesús Arias Sánchez, gerente de la Cooperativa Virgen del Rocío. Arias detalla cómo ha cambiado la producción por la climatología, por una parte, adelantándose en fechas y disminuyendo el rendimiento, “otros años hemos recogido 70-75 mil manojos de zanahoria por hectárea y este año no hemos pasado de 60 mil, estamos produciendo un 25% menos que en 2022”. A ello se une una limitación de materias activas para el tratamiento de enfermedades y plagas o la desinfección del suelo, lo que unido a la tipología de agricultores que integran la cooperativa, muchos productores con superficies muy pequeñas, ya que imposibilita dejar un año en barbecho su terreno.
«Estamos produciendo un 25% menos que en 2022»
Futuro
“Hoy apenas hay ningún cultivo al que se le vea una estabilidad, el único quizás sea la patata”, que representa una alternativa para el agricultor con menos coste en mano de obra.
En previsión de estas situaciones, la cooperativa se integró hace pocos años en Unica, “para ser más grandes hay que estar con los grandes y Unica nos ha abierto muchos mercados a los que nosotros no llegábamos, además somos los únicos que hacemos patatas, zanahorias, boniatos y puerros”, cuenta Arias, quien defiende la concentración de la oferta para dar una mejor defensa de los agricultores.