La robusta salud de las frutas y hortalizas
Ignacio Biedma, Senior Retailer Services Consultant de Nielsen.
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La cesta de la compra de los españoles tiene un componente fresco indudable; no en vano, una tercera parte del gasto corresponde a estos alimentos. De ellos, frutas y hortalizas mueven 11.300 millones de euros, con un incremento del 8,3% en el último año, correspondiendo a la fruta algo más de la mitad de las ventas. Una tendencia que se ha mantenido en el periodo del COVID-19, de tal modo que registra un aumento del 13,4% entre marzo-julio, liderando el crecimiento de los frescos en conjunto.
No obstante, si en la fruta el instigador para crecer ha sido un mayor precio promedio, en las hortalizas hay un mix de precio y demanda.
En cualquier caso, son dos familias que persisten con una salud robusta, ya incluso antes de la pandemia. Y es que el componente saludable no es algo que los consumidores busquen desde que comenzó esta situación, sino que lleva tiempo siendo un importante driver de crecimiento. Por tanto, estamos ante el impulso de unos productos que ya llevaban tiempo atrás una buena velocidad de crucero.
Por categorías, y dentro del periodo del COVID-19, en las verduras destacan productos como el ajo, con un crecimiento del 32%, a raíz de esa vuelta a los fogones domésticos y por cómo los españoles han aprendido, o recordado, a cocinar. Y el ajo en el recetario español es un imprescindible. Patatas y tomates también han tenido un espaldarazo superior al 20% en aumento de ventas, muy vinculados a formar parte de los muchos platos que hemos cocinado durante la pandemia.
«La conveniencia ha quedado relegada a un segundo plano, si bien regresará a medida que lo haga la normalidad»
En el caso de las frutas, los incrementos son fundamentalmente vía precio, aunque existen algunos casos curiosos. Por ejemplo, las naranjas, que se han encarecido un 34%, pero con la particularidad de que, aun así, han tenido un 4% más de demanda. Desayunos en casa, vitamina para el cuerpo, etc., son poderosos argumentos para comprar estos productos más caros.
Otro buen ejemplo es el melocotón, con un precio promedio incrementado en un 28%, pero que ha pasado de registrar una caída en la demanda a estabilizarse. De hecho, si nos quedamos con la foto de crecimiento en volumen para frutas, los dos que más destacan son el kiwi (salud) y el limón (vuelta a los fogones).
¿Qué ha podido cambiar con la pandemia? Si, además de la salud, la conveniencia era otro de los drivers importantes, ahora queda relegado a un segundo plano, si bien regresará en la medida que la normalidad vuelva a instalarse en nuestro día a día.
Y esta conveniencia se ve reemplazada por el ‘cocooning’, es decir, estar más tiempo en casa y nuestro hogar como refugio. De aquí se deducen más oportunidades de consumo en el hogar y más tiempo en la cocina, lo que ayuda a las frutas y hortalizas a estar aún más presentes en nuestro día a día.
La cesta de la compra
— 11.300 millones de euros de frutas y hortalizas
— +8,3% en relación a 2019