Q uedan solo un par de meses para finalizar la campaña de zanahoria y en el momento en que visitamos los almacenes de Frusana, ubicada en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), la actividad es frenética. Con cerca de 300 personas en el campo a pleno rendimiento y cinco líneas de manipulación en marcha, el color naranja de la zanahoria inunda las instalaciones.
La zanahoria siempre ha sido el principal cultivo de referencia para esta cooperativa de más de 50 años de historia, sin embargo, con el crecimiento del boniato en las últimas campañas, la zanahoria ha pasado a ocupar el segundo puesto, con aproximadamente un 30% del volumen de la entidad, lo que supone unos 12 millones de kilos en la tipología manojo, que es la única que trabajan.
Nos reunimos con su presidente, Juan Manuel Rodríguez, quien nos detalla cómo se está desarrollando la campaña: “El año pasado fue un desastre porque tuvimos que desechar mucha zanahoria en campo; los tres primeros meses de esta campaña fueron también muy malos por el exceso de producción en Italia; pero a final de febrero, la adversa climatología provocó una merma de producción muy elevada y por tanto una escasez en el mercado que ha hecho que los precios sean aceptables, a lo que ha ayudado una planificación del cultivo de primavera que contemplaba una reducción de la siembra. Esperemos que así continúe”.
Como bien sabemos, uno de los grandes hándicaps del sector de la zanahoria española es la feroz competencia de Italia, con precios más competitivos y mejor situados geográficamente con respecto a los mercados de destino: “Nosotros estamos muy lejos y nuestro coste logístico nos supone un 30% del valor de la producción”, sostiene el gerente. Sin embargo, desde Frusana son conscientes de que se encuentran en un enclave único que le otorga una calidad diferenciada a su producto y continúan luchando por posicionarse en el mercado y seguir creciendo. En este sentido, en los últimos años su crecimiento ha sido de un 20% anual, tanto en producción como en facturación. Y muestra de ello es la importante inversión que están acometiendo en ampliar sus instalaciones, de dos millones de euros, con la que han incluido también un nuevo secadero para boniato. Como próximo objetivo, tratarán de introducir la zanahoria en nuevos mercados.
Han invertido dos millones de euros para ampliar y modernizar sus instalaciones
Para seguir en esta senda de crecimiento, también apuestan por la innovación, para lo cual que tienen disponible un campo de ensayo con nuevas variedades de toda su gama de productos.
Todas estas actuaciones en desarrollo están reforzadas por la idea de que el 50% de sus agricultores tienen menos de 40 años, lo que garantiza el futuro de la cooperativa.