La baja demanda internacional arruinó la temporada. MELÓN Y SANDÍA
El nivel de consumo que registraron el melón y la sandía durante el primer año de pandemia distó mucho de 2021, cuando experimentó una caída de la demanda acompañada de una bajada considerable de los precios.
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El balance de la campaña española de sandía y melón ha dejado mucho que desear. Las diferentes zonas de producción han registrado, en general, precios bajos, especialmente en sandía, que en muchos momentos no han superado los costes de producción. Las causas de esta situación han sido la existencia de una mayor oferta que demanda, debido entre otros motivos a las bajas temperaturas en los destinos de exportación, que han mermado la fluidez del mercado y la demanda externa, influyendo sobre los precios. También las limitaciones comerciales y turísticas ocasionadas por la pandemia han condicionado la demanda en la restauración y en el turismo en España y en muchos países de Europa. Además, la competencia del producto marroquí, que coincide en su ventana de exportación con la temporada española (almeriense, sobre todo), también ha jugado un papel clave en el desarrollo de la campaña.
«Hemos registrado la demanda de melón y sandía más baja de la década»
Veamos qué evolución ha tenido en cada zona de producción.
Pérdidas de hasta 75 millones de euros en Almería
La campaña de melón y sandía de invernadero registró una tendencia de bajos precios en origen desde que, en la segunda quincena de mayo, se produjera el pico de producción habitual en estas fechas, con especial incidencia en el melón Amarillo. La Junta de Andalucía publicó en su informe de campaña que los precios en origen se situaron en torno a los 0,30 euros/kg para la sandía y en 0,40 euros/kg para el melón, un 39% y un 29% por debajo, respectivamente, de la campaña 2020. Así, Asaja Almería calculó que se habían perdido por hectárea unos 3.500 € en el caso del melón y unos 6.000 en el cultivo de sandía, hasta alcanzar una pérdida global en la campaña de 75 millones de euros.
La competencia marroquí, que coincide en ventana comercial con Almería (15 abril-15 junio) influyó negativamente en el mercado, siendo una de las causas de estos bajos precios. Así, Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal, declaró: “En una circunstancia como la actual, se prefiere el producto barato de terceros países que no tienen aranceles ni contingentes”.
La sandía toca techo en La Mancha
El importante crecimiento de superficie de cultivo de sandía experimentado en la región en los últimos años ha desembocado en un exceso de oferta en la temporada de verano que no ha podido absorber el mercado y ha provocado un hundimiento de los precios. “Sembrar algo más de 428 hectáreas con respecto al año anterior, algo que a priori parece insignificante, realmente supone tener que dar salida a casi 28.000 toneladas más de sandías; algo que no es nada fácil, tal y como ha quedado demostrado en esta campaña”, declaró al finalizar la temporada el presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez.
«Sembrar unas 428 hectáreas más en La Mancha y darle salida no ha resultado fácil»
El mal tiempo en Europa frenó la exportación murciana
El buen inicio para los productores murcianos de la campaña 2021 de melón y sandía terminó por verse muy condicionado por las atípicas temperaturas registradas. A partir de la semana 27 comenzó el mal tiempo en Europa, con lluvia y frío. Esto paralizó sensiblemente el consumo, contribuyendo a una bajada de los precios, algo que marcó sin duda la campaña de la principal región exportadora de melón y sandía de España, Murcia. El presidente del Comité Sectorial de Melón y Sandía de Proexport, Laureano Montesinos, declaró: “Hemos registrado quizás la demanda de melón y sandía más baja de la década”. Reflejo de ello son los datos de exportación de sandía en España, que, aunque exportó hasta un 10,4% más en volumen (al haber más producción), el valor descendió un 1%, como podemos ver en el cuadro a continuación.
En definitiva, las condiciones que rodearon al sector no fueron propicias para obtener buenos resultados; sin embargo, sus operadores continúan invirtiendo en innovación genética, tecnológica y de mercados, entre otros ámbitos, para adaptar cada vez más la oferta a la demanda en volumen y forma, y ser lo más eficientes posibles ante el incremento de los costes y la feroz competencia existente.