“Hemos tenido una campaña de precios altos y poca producción”. EUROPLÁTANO
Pese a las dificultades, la entidad ha pasado a ocupar el tercer puesto del ranking de facturación de compañías plataneras de Canarias.Entrevista a Antonio J. Luis Brito, gerente de Europlátano.
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¿Qué balance realizan de la pasada campaña de plátano?
Hemos pasado un año con unos precios muy altos, con una situación de escasez y por lo que tanto la actividad promocional ha sido muy reducida, por lo que evidentemente hemos sufrido una bajada de cuota con respecto a la banana. El gran reto para este año es recuperar nuestra posición y volver a enganchar a los clientes que nos dejaron de comprar por precio.
Así, la evaluación de este primer trimestre es para el sector en general negativa, con una caída de un de un 11% respecto a 2018. A pesar de esto, Europlátano mejora su posición frente a las demás organizaciones de productores, pasamos de quintos a terceros y saldamos el primer trimestre con un crecimiento del 1%.
En estos años se han esforzado por aportar valor añadido a su producto. ¿Cómo lo han conseguido?
Una de las medidas que tomó la dirección de Europlátano fue vincular el proyecto Gabaceras con la Certificación en la norma Global G.A.P., con la finalidad de que fuera un atributo de construcción, mejora y garantía del Proyecto Gabaceras. No fue un requerimiento de cliente sino una apuesta voluntaria para el desarrollo de un proyecto. A partir de ahí, las certificaciones las hemos ido incorporando como algo intrínseco de nuestra empresa, van de la mano con el afán de mejora continua de los primeros socios. Las diferentes normas forman parte de la estructura de producción y de definición de nuestros procesos y productos, además de, obviamente, ser una garantía de calidad para los clientes. Por otro lado, estamos trabajando en nuevas certificaciones que avalen nuestro producto y atraigan a nuevos clientes de distintos países europeos. También estamos realizando mejoras en campo para simplificar el trabajo de agricultores y técnicos, con el objetivo de que los productores saquen el máximo partido a sus fincas y ampliando instalaciones y analizando nuevas líneas de negocio. Nuestro reto es seguir produciendo, empaquetando y comercializando el mejor plátano de Canarias y llegar a clientes que aprecien la diferencia, ya que consideramos que si lo logramos seguiremos creciendo. Nuestro afán de mejora continua abarca todos los aspectos de la organización.
Tras consolidarse en el mercado suizo, Europlátano puso la mirada en Francia. ¿Cómo han avanzado en el ámbito de la exportación en general?
Con dificultad, avanzar en exportación es siempre un camino difícil y que necesita de mucha paciencia. Dar a conocer el producto, que el cliente lo deguste, que aprecie la diferencia, ya mantenida en el tiempo y que finalmente lo incluya en la lista de la compra, requiere de una gran inversión en tiempo y esfuerzo.
Esta exportación a Francia se iba a realizar con producto ecológico a través de BioCoop. ¿Qué balance realizan de este acuerdo?
Muy bueno. Queremos siempre forjar alianzas con nuestros clientes, relaciones a largo plazo y con un proyecto común. La apuesta de Biocoop por el ecológico no obedece a un capricho, su objetivo estratégico es “promocionar la agricultura ecológica”, por lo que no replica en el aspecto comercial el mismo modelo que se utiliza para la comercialización del producto convencional, que es el mayor error que están cometiendo los actores que quieren distribuir producto ecológico.
“Las autoridades deben ser muy exigentes y firmes en materia de sanidad y salud, pero no solo con los productos de la UE, sino también con los que entran de terceros países
¿Qué representa el ecológico para Europlátano?
Un 4%, lo que puede parecer que es modesto en volumen, sin embargo, esta línea es de gran importancia estratégica y esperamos que los clientes nos empujen a crecer.
Desde el sector del plátano se pide un trato igualitario con respecto al importado en la UE, ¿qué opinan de esta situación?
Creemos que no debería ser una petición del sector, porque si nos dirigimos al mismo mercado lo lógico es que tuviéramos las mismas reglas, cosa que a día de hoy no ocurre. No cabe ninguna duda de que, en un sector como el nuestro, dentro del campo de la alimentación, las autoridades deben ser muy exigentes y firmes en materia de sanidad y salud, pero que no solo afecte a los productos producidos dentro de la UE, sino también a los que entran desde terceros países.