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El pimiento de Almería supera al tomate en valor de exportación. PIMIENTO

En los últimos años la innovación ha dado paso a novedades importantes como devolver el sabor a los pimientos más tradicionales y desarrollar especialidades y formatos snack que abren las puertas a una nueva línea comercial.

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Es estable, seguro y cuenta con una gran demanda. Las técnicas de cultivo de pimiento han avanzado mucho a lo largo de la última década, generalizándose el uso de los sistemas de Producción Integrada y caminando hacia otros más respetuosos aún como la consecución del Residuo Cero. Por todo ello, este cultivo se ha convertido en uno de los más recurrentes en las principales zonas de producción, Almería (líder copando casi toda la producción andaluza, que representa el 65% del total nacional) y Murcia (en segundo lugar, con el 10% del total). Lejos quedaron los años de la alerta generada por el uso inapropiado de fitosanitarios y, hoy por hoy, puede decirse que se trata de un cultivo 100% seguro y al alza. Ya en 2013 el MAGRAMA cifraba la producción nacional de pimiento en 1.016.811 Tn cultivadas en una superficie de 18.108 has, y para 2014 los datos provisionales indican un ligero aumento en producción con 1.093.100 Tn y en superficie, alcanzando las 18.400 has. Aunque de momento no se han cerrado los datos globales, en términos de valor comercial la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha adelantado que Almería ha alcanzado un valor bruto en origen de 417.965.150 euros en la pasada campaña.

En lo que se refiere a exportación, hasta agosto de 2014 España comercializó 438.115 Tn de pimiento con un valor de 537,6 millones de €, según FEPEX, lo que podría indicar que las cifras serán similares a las del año anterior, 2013, cuando se totalizaron 564.254 Tn con destino a países foráneos, un 18% más que en 2012. Además, en la campaña 2013/2014 se ha producido un hito digno de destacar, y es que por primera vez en muchos años el valor del volumen total de exportación en la zona más importante de cultivo, Almería, ha superado al de tomate, con 511 millones de euros frente a 488, según detalla el Análisis de la Campaña Hortofrutícola de Almería elaborado por Cajamar. Asimismo, los destinos principales fueron Alemania (+24,2% Tn respecto a 2013) y Holanda (+14,6% Tn). Reino Unido, Francia, Bélgica, Portugal y Polonia son otros de los mercados principales a los que se dirige el pimiento y es a estos países y a los escandinavos a los que se está intentando derivar la producción que no se envía a Rusia desde que se impusiera el veto a frutas y hortalizas europeas en aquel país.

¿Qué le falta por hacer al sector?

A lo largo de los últimos meses, en reuniones con diferentes agentes del sector, nos han transmitido que sus esfuerzos se centran en la innovación para atraer el interés del consumidor. Las tendencias comerciales indican que éste, abrumado por la sobreoferta de hortofrutícolas, se siente tentado por las novedades y todo aquello que le atrae visualmente. Además, como ya ocurrió en el caso del tomate con el boom del cherry, busca variedades cada vez más pequeñas y originales, llenas de sabor y en todas las variables de color posibles.

Nos encontramos con un horizonte en el que los formatos snack suponen una gran apuesta que ya está obteniendo sus frutos (cada día tienen más presencia en los lineales de las grandes superficies de los mercados europeos), pero no hay que quedarse solo ahí. El sabor y la textura de formatos más grandes como el Palermo RZ rojo también están teniendo una gran acogida por los consumidores, que ven en él un complemento ideal para las ensaladas. De forma paralela, el sector lleva varios años investigando mejoras en tipos de pimiento como el Italiano, al que se le ha devuelto su sabor auténtico y la textura crujiente que lo hace ideal para freír, así como nuevos formatos y packaging cada vez más atractivos.

A la hora de innovar hay que pensar en las aplicaciones gastronómicas del producto. ¿Para qué y quién está especialmente indicado un tipo de pimiento? Las variedades de sabor picante y color blanco de los Capia que se cultivan en algunos invernaderos de la zona de Almería son muy demandadas en países como Turquía o Hungría y otros con gran presencia de comunidades extranjeras como Alemania o Inglaterra, y se usan principalmente para rellenar; y en el caso de los pimientos tradicionales, donde poco espacio queda para dar una vuelta de tuerca a la originalidad, se advierte una tendencia comercial que exige formatos de menor peso y tamaño, especialmente en el centro y norte de Europa. El objetivo es adaptarse a los cambios sociales, donde las familias se reducen y, en muchos casos, hay menos hijos o son cada vez más monoparentales, y es aquí donde los envases pueden jugar un papel fundamental. Desde hace unos años vemos aflorar el flow packaging, con formatos en los que se mezclan pimientos tricolor que, por un lado, dan en la diana por la variedad y versatilidad que ofrecen (permiten elaborar diferentes platos) y además llaman la atención del consumidor por su llamativa gama de colores (verde, rojo y amarillo o incluso naranja). Este tipo de envases que hoy se utilizan para pimientos como el California o el Italiano, se pondrán de moda también para especialidades como los snack, e incluso podremos ver mix de varios pimientos mini como ya sucede con los vasos de tomates que mezclan cherry, cocktail o pera mini en diferentes colores. Un futuro que ya se puede palpar y que seguirá ofreciendo buenos resultados en la cadena comercial.

 

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