El impulso definitivo

El sector productor de frutas y hortalizas nacional ha salido reforzado de la crisis sanitaria. Se ha mostrado ante los ciudadanos como un sector fuerte, capaz de abastecer a todos sus mercados incluso en tiempos de gran incertidumbre. Para ello, y más allá de las medidas de seguridad, las empresas han tenido que implementar otro tipo de procesos para continuar siendo eficaces y eficientes en tiempos complicados.
En este sentido, y como apunta Gonzalo Martín, director de Hispatec Analytics, en las páginas siguientes, la crisis sanitaria “ha supuesto un punto de inflexión en la digitalización de las empresas” y, de hecho, son muchas las firmas que han comenzado a “prestar más atención” a esta cuestión, apunta por su parte Jairo Hernández, director comercial de Gregal Soluciones Informáticas. El teletrabajo se ha impuesto en muchos casos, evidenciando la necesidad de incorporar herramientas tecnológicas que faciliten el nuevo día a día.
Asimismo, y fruto de las medidas de distanciamiento entre trabajadores del manipulado, la crisis también ha contribuido a acelerar la mecanización en almacén, como apuntan desde MAF Roda. El menor número de empleados por turno restó productividad a las empresas, que han visto en la mejora tecnológica un aliado.
Por último, y en lo que respecta al consumidor, está ahora más preocupado que nunca por su salud y la seguridad alimentaria, cuestiones que todo apunta a que se perpetuarán en el tiempo. En esta línea, cobran especial importancia empresas de soluciones postcosecha como Agrofresh y Citrosol, que, de hecho, confirman un mayor uso de desinfectantes en la industria alimentaria.
Con todas ellas, y alguna más, analizamos en las siguientes páginas la influencia del COVID-19 en el futuro del sector hortofrutícola.