Llevamos tres ediciones donde los profesionales del sector y nuestros lectores eligen a los perfiles más influyentes. Indudablemente, muchos de ellos tienen antecedentes familiares en el campo o muy relacionados con el sector, pero en el caso de Jesús Barranco, creemos que es la definición literal de llevar desde la cuna en la empresa. Sus padres vendieron la vivienda familiar para construir un almacén donde manipular producto, mientras vivían en una caravana. “Al estar el almacén junto a la nueva vivienda, desde pequeño pasaba muchísimas horas en el almacén”. Además, sus dos abuelos fueron agricultores.
“Yo solo soy la cara visible”, apunta Barranco, quien cede el reconocimiento a la evolución de La Unión desde 1993, referente en innovación y transformándose para aportar valor a la cadena de suministro, como por ejemplo el co-branding con Rijk Zwaan de Sweet Palermo Chocolate, que consiguió el premio a mejor innovación en la edición de Fruit Attraction 2019, o con la apertura de la primera planta europea para congelar frescos con tecnología Nice Tech, que mantiene inalteradas sus propiedades.
Su sello lo ha impregnado con el cambio de mentalidad, de querer tener una visión a largo plazo y transformadora, reconoce que es muy difícil en un sector que trabaja con precios y volúmenes semanales, que dificulta el tener una mirada al futuro, sin embargo, debe ser el objetivo.
«Es muy difícil que un sector que trabaja con precios y volúmenes semanales tenga una mirada al futuro, pero debe ser el objetivo»
Arquitecto de formación en Granada y viendo que la situación inmobiliaria tenía una difícil recuperación, comenzó a encaminar su formación hacia la empresa con un MBA Agroalimentario, un programa de Desarrollo de Negocio o fundamentos de la Empresa Familiar en prestigiosas escuelas como IESE, ESADE o San Telmo.
No cree que exista una fórmula de éxito, lo atribuye más a reunir un equipo que comparta el propósito y que comprenda que esto va más allá de un producto o una línea de negocio nueva. “Esta mentalidad debe ser una constante de transformación y aportación de valor, es muy fácil quedarse en la zona de confort”, añade Barranco.
Uno de los grandes retos para Jesús Barranco es, sin duda, la competencia de los ultraprocesados. Para hacerles frente, cita a Kotler: “Si no eres una marca, serás una mercancía”. Por ello, considera que, para ser una marca, debes aportar valor, puesto que la marca es una promesa que debe ser cumplida o el valor se perderá. Y esa es la mejor arma que tiene el sector en estos momentos.